El genio y la raya

Despertó el genio de su profundo sueño cuando frotaron su casa mágica. Como humo se deslizó por la boca de su lámpara hacia el exterior, y allí se compuso como se componen los genios, medio humo y medio carne. Estaba irritado porque el trabajo de genio no deja de ser monótono, y añoraba volver a su confortable hogar.
La persona que había hallado la deseada lámpara tenía ojos sorprendidos y boca bobalicona.
El genio trazó una raya ante sus pies y le dijo con retumbante voz:

-Si no cruzas esta raya podrás tener todo aquello que desee tu corazón.
La persona meditó, y tardo mucho tiempo en responder.

-Mi único deseo es poder cruzar la raya -aseguró.

El genio sonrió melancólico, y le contesto:

-Ya la has cruzado.

Y volvió a su sueño.

Todos los genios sueñan siempre lo mismo. Sueñan con encontrar un día una lámpara mágica y poder pedir un deseo. ​