El guisante.. (Alegoría)

Llevaba varios días durmiendo mal; no paraba de dar vueltas en la cama, pero no encontraba una postura que me permitiera conciliar el sueño. Esta noche ya no aguanté más semejante tortura y levantándome me dirigí al otro lado de la cama donde dormía mi esposa y la desperté.
—Cariño; tienes que levantarte..
—Que te sucede cielo, ¿acaso estás malito?
—No.., tengo que deshacer la cama..
—¿Deshacer la cama?, no entiendo lo que dices.
—Cari, ¿Conoces el cuento de la Princesa y el guisante?
—Pues si.., pero, ¿qué tiene que ver ese cuento con deshacer la cama?
—Hay un guisante en ella y, no me deja dormir..
—Pero qué dices.., aquí el único guisante que hay eres tú.
—No te preocupes, después la volveré hacer con gran esmero..
—Vaya ideas más absurdas que se te ocurren. Está bien.., ya me levanto..
—Vale; quito el edredón, mantas, sábanas y.., almohadas. Mmmm.., ¡¡Ajá!!, aquí está..
—¿El guisante?
—No.., el pendiente que habías perdido..
—¿De veras?, déjame verlo. ¡¡Mi pendiente!!, pensaba que nunca más lo encontraría. He de reconocer que alguna de tus absurdas ideas funcionan.
—Supongo no habrás tirado el otro..
—¿Estás loco?, lo tengo metido en el bolso.., aquí está..
—Pues guárdalos en el joyero.. mientras yo vuelvo hacer la cama... Ya está, puedes acostarte.. buenas noches cariño.
—Buenas noches cielo..
(---------)
—¡¡Aaaggg!!
—Ahora, que te pasa..
—¡¡Estás fría como la nieve..!!
—Tranquilo; me iré arrimando suavemente..
—Creo, creo que eso no funciona...
—Pues yo no me vuelvo a levantar.
—Tranquila.., me voy a poner el pijama para no notar tanto frío y, de esa manera, puedas acercarte a mí..
—Buenas noches cariño..
—Buenas noches cielo..

Y fueron felices; comieron perdices y.., durmieron a pierna suelta...

—Fin—