El hada de los perfumes

El hada de los perfumes​

Hay un lugar tan bello como antiguo llamado Bosque Sagrado de la Luna.
Allí viven seres feéricos como los duendes, gnomos, hadas y elfos.
La historia que les voy a narrar hoy es acerca de las hadas, en realidad, de un hada en especial y muy especial por cierto.
¿Y porqué digo que ella es especial? Porque ella creó un perfume que contagia la felicidad.
Todos se preguntaran como es posible que la felicidad sea contagiosa, bueno hoy les contaré...

Aine vive junto con otras hadas al este del claro de la Lágrima de la Luna. Es un lugar encantador, con árboles frondosos, de verdes brillantes y arbustos que dan deliciosas bayas. Atravesando el bosque hay un pequeño sendero de tréboles de cuatro hojas que termina cerca de un manantial de aguas cristalinas. Allí hay una gran variedad de flores vistosas donde las hadas y otros habitantes del bosque beben dulces néctares.

Aine es un hada muy alegre, sensible y sumamente curiosa. Esta curiosa hadita desde siempre se interesó en flores, semillas, raíces, en todo lo relacionado con el bosque y la tierra. Y cuando no quedaba nada mas que aprender se empezó a interesar en preparar ungüentos, brebajes, pomaditas, pociones y todo lo que puedan imaginarse.
Tanto preguntó, exploró y experimentó que ha hecho que todos la consideraran un hada muy inteligente.

Aine deseaba hacer algo hermoso, único y diferente a lo ya conocido para todos sus amigos del bosque. Ella quería agradecerles toda la ayuda y conocimientos que le habían ofrecido con tanta dulzura.
El hada notó que algunos amigos se entristecían al llegar el invierno, y no había danzas ni cantos que los alegraran, ni siquiera los sabrosos platillos preparados con coloridas y almibaradas bayas.
Ella amaba la naturaleza igual que todos sus amigos, y sabía cuanto extrañaban sus aromas en invierno. Entonces se le ocurrió guardar la esencia de la primavera en pequeños frasquitos, pensando que eso les devolvería la sonrisa.

El hadita preguntó a la reina si podía preparar una sorpresa de agradecimiento para obsequiarles a todas sus amigas y que a su vez las alegrara en el largo invierno.
La reina dijo que si, que tuviera cuidado si es que necesitaba explorar.

Con mucha energía Aine colectó los pétalos de las flores más bellas y perfumadas con la ayuda de su amiga Ela. Su amiga era famosa por ser la mejor exploradora y porque no decirlo, la mas valiente.
Juntas colectaron pétalos de rosas, de jazmines, de lirios, de azahares y lavanda a los cuales machacaron en un mortero antiquísimo de roble y luego lo cubrieron con agua pura del manantial . Finalmente colocaron la vasija bajo la luz de la luna para que la mezcla macerara con su magia de plata.

Luego de dos fases lunares prensaron semillas de ambreta y castañas para obtener su aromado aceite y los mezclaron con la preparación anterior . Luego este menjunje quedó reposando bajo la luz del sol donde recibirían sus cálidos y energéticos rayos, imprescindibles por su magia dorada. Lo dejaron allí unos cuantos días más.

Las dos amigas estaban felices de como estaba resultando el proyecto. Su color era de un rosa nacarado muy bello con vetas doradas pero aún faltaba unos días para saber si su fragancia era perfecta.

El otoño se acercaba y por lo tanto no quedaba mucho tiempo. El frio y la nieve pronto cubrirían el bosque.
Luego de dos semanas, Aine y Ela decidieron oler el perfume. Estaban muy emocionadas. Pusieron una gotita en cada alita, la dejaron airear agitándolas y luego olieron el perfume flotando a su alrededor . Era un aroma deliciosamente dulce. Cerraron sus ojos y sentían estar en un jardín con bellas flores muy rozagantes.
Pero ambas esperaban algo más, no sintieron esa chispa de alegría y felicidad que deseaban, esa magia que las emocionara y conmoviera.
Y no conformes con ello decidieron no dar por finalizado el perfume y volvieron a salir a explorar y esta vez con enorme prisa en busca de algo extraordinario.

Aine y Ela volaron hasta llegar a los límites del Bosque Sagrado de la Luna, y no hallaron nada tan especial como anhelaban.
Cansadas y un poco desilusionadas se sentaron en una rama alta de un fresno cuando escucharon ladridos de un cachorro. Se asomaron y vieron un perrito color crema que saltaba y corría en círculos. A unos metros una niña y su mamá corrían a su encuentro. Las hadas comprendieron que el cachorro se había perdido y la niña estaba muy angustiada.
El perrito saltó a los brazos de Ema, (que así se llamaba la pequeña), con tanta fuerza que ésta terminó trastabillando y quedó sentada en el suelo, eso si abrazándolo y riendo a mas no poder.
Semejante escena sorprendió a nuestras haditas y más aún cuando vieron brotar las lagrimitas de la niña mientras reía jubilosa. Eran lágrimas de felicidad tan bellas, tan puras y brillantes que de solo verlas se le humedecían los ojos a las dos, aunque se sintíeran felices de ver el reencuentro.
Tantas lágrimas derramó Ema que muchas quedaron depositadas sobre las hojas amarillentas del camino. Sin pensarlo demasiado cuando la madre y la nena se fueron con el cachorro , Aine y Ela fueron a colectar las lágrimas en sus frasquitos de cristales de roca.
Estas gotitas resplandecían con bellos y mágicos haces de luces que hicieron que las haditas no parasen de sonreír y bailar de alegría.
Estaban seguras de que ese era el ingrediente especial que necesitaban, lágrimas de felicidad.

Volaron hasta su hogar de invierno que estaba en un tronco hueco de un añoso roble. Todo ya estaba casi listo para soportar la temporada fría. La reina con las hadas mayores habían preparado deliciosos platos con dulces de nueces y avellanas, y néctares de las flores de los cerezos. Cuando llegaron las amigas fueron a buscar los perfumitos y colocaron dos gotas en cada frasco de cristal. Los agitaron con suavidad para que se integraran las gotitas. Luego los envolvieron con suma delicadeza en hojas frescas de aliso.

Así los guardaron varios días, hasta que una noche vieron que las alas de sus amigas estaban decaídas y la música no sonaba tan vibrante como en la primavera.
Ante esta situación Aine preguntó a la reina si podía darles el obsequio que había preparado y la reina asintió. La reina de las hadas se sentía muy entusiasmada por saber que era.
Aine les contó que era un perfume mágico y que con una sola gotita en cada ala tendrían resultados asombrosos. Les explicó que debían agitar sus alas para que flote el aroma en el aire y así podrían oler una dulce fragancia.
Les entregó el frasquito amorosamente envuelto y cuando todas lo abrieron se maravillaron con el bello resplandor. La reina fue la primera en colocar las gotitas en sus alas y todas se maravillaron al ver como había un brillo especial en el salón .
Las haditas se apresuraron a colocar sus gotitas y agitaron sus alas. Todas empezaron a cantar y danzar con el aroma primaveral, la magia estaba en el aire. El perfume contagiaba la felicidad.
La reina al ver el éxito del descubrimiento nombró a Aine, como "El hada del perfume".
Cuando todas las haditas se cansaron de bailar y cantar Aine y Ela contaron la anécdota de la niña y el cachorro y del mágico ingrediente.
Un hadita muy joven les dijo que tenía una idea para el perfume del próximo año, y les preguntó si podían añadirle esencias de naranjas.
Aine al ver el interés de esta joven hada y su iniciativa le preguntó si quería participar del proyecto y que ella le enseñaría todos los pasos y secretos de la naturaleza para que sea un hada del perfume en el futuro.

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Muchas gracias querido amigo Alde ;por visitar este espacio, que es muy poco visitado. Me alegra que te guste este historia y te agradezco infinitamente tu cálido y generoso comentario. Valoro mucho tus palabras y me motivan a continuar.
Un gran abrazo amigo.

 

Un hermoso cuento. Me encanta el mundo de las hadas. Nos las imaginamos llenas de magia, con corazones bondadosos que buscan la más mínima disculpa para hacer el bien. Tu historia nos lleva por esos mundos, nos cuenta de sus inquietudes y sus deseos. Muestra a esas personitas amables y cariñosas que se esfuerzan por animar a los demás.
Son narraciones que me gustan, me atraen. Es un mundo que me conquista.
Un fuerte abrazo y feliz semana, Laly.

 

Muchas gracias querido Luis por acercarte a leer a este espacio. Me alegra que te agrade este cuento y agradezco cada una de tus amables palabras.
Coincido en el gusto por esta clase de narraciones. Se las leo a mis nietos los cuales están fascinados y me incentivan a escribir más. En la familia soy la abuela cuentacuentos, palabras que me llegan al alma.
Un gran abrazo y feliz semana para vos tambien.

 

Amo los cuentos de hadas y se que la magia existe, gracias por mantenerla en los corazones de quiénes te leemos
besitos

 

Muchas gracias a vos Luna por llegar a este espacio muy poco visitado.
Adoro los cuentos de Hadas también, y creo que hace bien al alma una dosis de historias altruistas, donde los valores son compartidos y respetados por todos.
Te agradezco infinitamente la lectura y tu cálido comentario.
Un gran abrazo y que tengas un bello fin de semana.

 

Creo que existen personas como las de tu cuento