EL hombre con entrañas de fuego.

¿Por qué soy así? Porque vivo la vida tan inmerso, tan presente, pues la vivo con intensidad, para bien o para mal. En mis momentos más bellos camino por mi paraíso, estoy en mi jardín, y en nuestra hamaca le doy besos a mí amada, a mi protectora, hasta que nos contentamos. Sigo mi camino, y con el corazón cantando, paso a saludar a mi familia, después salgo y disfruto veladas con mis amigos que parecen ángeles, y me hablan , y jugamos a la ronda, jugamos tanto que me mareo de alegría, y sin darme cuenta me resbalo, no alcanzo a aferrarme de la orilla y me caigo por un condenado agujero de alguna decepción, volviendo a la tierra de los mortales, volviendo al cemento de la duda, del consumismo, de la posesión, y de la codicia. Me dispongo a caminar despacio, eso sí, sintiendo la atmósfera un poco mas pesada. Compruebo que hay personas sonriendo sin franqueza, les busco la mirada, pero me la evaden, a veces trato de hablarles, pero un nudo de miedo me aprieta la garganta, y escucho discusiones que se transforman en gritos y estos en insultos y agresiones, pero esto no es lo que quiero ver, me estoy aburriendo de esta verdad. Me voy a encerrar en mi celda del silencio, quiero encontrar la calma, pasa un largo rato, cuando, al parecer, se presenta ante mí una promesa de pureza sin embargo, siento que esta se burla de mí, ¿Que es lo que pasa? , se aleja, no me quiere tocar, ¿Por qué?, ¿Por qué tengo que pasar por esto?¿por qué en este lugar no hay libertad, porque no encuentro algún sueño que me llene, que pueda realizar. Y no me conformo, el anhelo que siento comienza a sufrir una metamorfosis sin aviso ni posibilidad de retroceso, se convierte, poco a poco, en frustración, después en rabia, y por consecuencia, en desesperación. Ya no quiero estar aquí, en este lugar cínico y frío, quiero volver arriba, a las nubes. Voy a buscar mi escalera de la esperanza que me llevará de nuevo hasta mi lugar maravilloso, la subo y subo y escalo, pero a veces, o me canso o tengo mala suerte, no lo sé, y llega algún viento que me azota fuerte, o algún peldaño se rompe y me caigo más fuerte que antes, como si las malas intenciones de alguien que me odia, o quizás de alguna maldición inconclusa, me hubieran puesto rocas en los bolsillos. Rompo el suelo, y lo traspaso, y desciendo más abajo de la vida ordinaria, del sonido de las micros, del dinero, de las conversaciones de la gente, algunas que hasta antes me parecían insulsas. Ahora, a donde voy llegando, empiezo a extrañar los lugares de antes, y me empuja la culpa de la debilidad. Aterrizo en un lugar con la tierra podrida, donde habitan gusanos que comen carne, que emana vapores de muerte al espacio que me aprieta el pecho hasta casi reventármelo, tanto que me exprime lágrimas, que parecen candentes, porque me queman los ojos, hasta derretírmelos, y el entorno se pone tan negro, tan espeso, que su vacío me comienza a engullir, me chupa las carnes dejándomelas secas, y me aplasta la cabeza crujiéndome la mente en agonía. Por un momento empiezo a vagar sin rumbo por ese cementerio, y me dan ganas de agarrar un pala y enterrarme vivo, pero de repente siento un ruido, que llama mi atención, no es de fantasmas, menos mal, sino que es como el canto de un delfín, que me llama a volver a vivir, a emerger de nuevo a tierras mejores, y se hace un hoyo en el techo de ese maldito lugar, por fin, alguien, que no puedo divisar, me tira una soga. La agarro fuerte, como si se pegara en mis manos, como si fuera parte de mi piel. No sé de donde saco las ganas para trepar, pero ya me da lo mismo, porque voy a volver arriba, a ser yo de nuevo, aunque seguro habrá más caídas en el porvenir. En este instante no me importa porque no quiero escuchar más explicaciones de filosofía, solo quiero seguir viviendo, y buscando lo que me empuja a seguir a seguir mis instintos, quizás con esta nueva oportunidad pueda romper definitivamente las cadenas de este círculo vicioso, y pienso de nuevo: ¿Por qué soy así?, porque vivo la vida tan inmerso, tan presente, pues la vivo con toda intensidad, para bien o para mal. A veces pienso que tengo alma de animal salvaje, que siento y vivo las cosas como si, literalmente, tuviera entrañas de fuego.

 

Estimado poeta Omnis excelente prosa surrealista, me gusta la poesía surrealista, ha hecho u trabajo magnífico, hay que llerlo varias vevces para poder apreciarlo mas, pero en magnífico el escrito en Prosa.

Lo felicito amigo poeta compañero, ya le he dejado las estrelllas merecidas a tremendo trabajo poetico, mi respeto y mi admiración a sus letras.
Un fuerte abrazo y nos seguiremos viendo.


Hector Alberto Villarruel.

 

Un trabajo muy grande, muy inmenso, precioso y valioso trabajo magnífico.

 

Realmente precioso. Lleno de sentimientos e imágenes. Me hace transportarme y sentir todo lo que transmites. Felicitaciones y abrazos asturianos

 

Gracias DOn jorge, gracias amigo poeta, siempre estare dispuesto intercamabiar letras con usted, gracias por leer mis creaciones. Un abrazo fuerte!!!

 

Gracias amiga tuestrellita, me llena que te haya causado esas sensaciones mi prosa. Un abrazo fuerte!!!

 

Gracias estimado Hector Alberto Villarruel, un agrado tenerlo por acá, visitando este rincón de nostalgia. Un abrazo Fuerte!!!