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El homicida

Tema en 'Prosa: Ocultos, Góticos o misteriosos' comenzado por Antonio del Olmo, 10 de Febrero de 2019. Respuestas: 0 | Visitas: 632

  1. Antonio del Olmo

    Antonio del Olmo Poeta que considera el portal su segunda casa

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    EL HOMICIDA

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    El hombre no quería matar, no pensaba que era un asesino, se consideraba “normal”, como casi todas las personas, como usted o como yo. Pero aquel día sucedió lo que nunca hubiera imaginado ni un solo instante durante toda su vida:

    Estaba trabajando en su huerta cuando vino su vecino, el propietario del terreno colindante, con quien mantenía una disputa judicial sobre los límites de sus fincas durante más de siete años. Los jueces pedían más y más papeles, daban más y más plazos, pero dejaban pudrir el pleito. ¡Ya sabemos lo mal que funcionan los funcionarios que carecen de control! Antes del litigio habían sido amigos: compartieron el mismo pozo para regar y, además, sus esposas eran hermanas.

    Aquella tarde la disputa se prolongó más… demasiado. La tensión acumulada en los dos estalló, igual que explosiona un depósito de gas que no puede contener la sobrepresión. La disputa sobre el terreno derivó en insultos y descalificaciones personales que no tenían relación con el pleito. Los dos sintieron una oleada de sangre caliente que salió del corazón y llego al cerebro: el veneno del odio, un impulso doloroso que genera violencia. Entonces salió de su guarida la serpiente venenosa que todos llevamos dentro, en nuestros genes, desde hace millones de años. Se despertaron los instintos agresivos que han surgido durante la evolución de nuestras especies precursoras: los de los reptiles, lagartos, mamíferos y primates. La educación no había conseguido apresar los instintos de la serpiente para liberar a la razón.

    Al final de la tarde, los golpes sustituyeron a las palabras y el azar se unió a la violencia. El vecino recibió un puñetazo en la nariz, cayó de espaldas y se golpeó contra una piedra en la nuca. Murió enseguida, después de unas ligeras convulsiones.



    El homicida no podía creer que su adversario, el que fue su mejor amigo hasta que empezó el pleito, estaba muerto. Se quedó petrificado mirando el cuerpo paralizado con los ojos muy abiertos. Hubiera querido dar marcha atrás, pero el tiempo es una corriente imparable que nos lleva a todos, dejando sólo algunos recuerdos. Rememoró el momento más feliz que habían vivido juntos: aquella noche que pasaron en un camping de la playa con sus novias, cuando escucharon las conversaciones intimas y las risas que salían de sus tiendas de campaña. La misma luna llena de aquella noche brillaba en ese momento, pero él no era el mismo, se había convertido en un homicida.

    Una obsesión se apodero de la mente del homicida: “tenía que enterrar el cadáver para borrar el suceso, como si no hubiera pasado nada”. Cavó un hoyo durante más de tres horas, sin pensar en otra cosa, sin sentir dolor ni cansancio. Arrastró el cadáver al fondo de la fosa y pudo ver, con la luz de la luna llena, que los ojos muertos seguían abiertos ¡parecía que le miraban! Pensó que nunca podría olvidar aquella la mirada. Le costó mucho tapar aquellos ojos con las primeras paladas de tierra, no atinaba. El entierro le dejo extenuado, hasta tal punto que durmió durante más de10 horas en el suelo de la caseta de su huerta.

    Al día siguiente, cuando se despertó, pensó que todo lo sucedido había sido una pesadilla; pero enseguida comprendió que había matado y enterrado al que fue su amigo. Sintió un golpe que rompió el centro de su alma. Comprendió que nunca podía enterrar en su memoria el recuerdo de la mirada del muerto.

    El homicida llegó al cuartel de la guardia civil, caminando como un muerto salido de su tumba. El cabo de guardia se quedó anonadado cuando vio a un hombre empapado de barro que descargó todo su terrible peso confesando:

    – He enterrado a un hombre en mi huerta. Yo no le maté. Le asesinó una serpiente venenosa que vive en mi cuerpo. No soy un asesino… siempre he sido una persona normal.




     
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    Última modificación: 10 de Febrero de 2019

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