El horizonte y tÙ

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El horizonte lejano, resurgente y dramaturgo, escribe las mil canciones al puntual trino del alba, que jura y perdona, juega y se ríe del destino de los hombres.


Afuera cada brizna de sol robatada en tu pelo, es una pausa para el alma, una fuerza revivificadora. El elemento madre, la tierra, se conjuga con el fuego, el sol y el aire, para trocar sueños en excusas, necesarias en el enfrentamiento diario de este desatino, que es vivir.

Y así medios errantes, medio soñadores, marchan mis pasos de dos en dos, buscando la tarde de un día cualquiera, en la balaustrada de algún precipicio emocional, donde se descubren tus besos vestidos de rosa y amarillo, muriendo por una boca que cada mañana te nombra en las sombras de la luz matinal.

La esplendida candidez, tallada en Guaranina por las manos del Twashtri, se confunde con las mil formas del hechizo que le dio cuerpo a la mujer (que envuelta en su desnudez) contemplan hoy los ojos de mi alma.

Confío mis huesos entonces, al gastado al tic tac de un reloj colgado en el salón del olvido, y te miro caer lustrosa en el espejo, cristalina e involuble.


No sabré hoy si por saña del destino, o por simple obligación de relojería, finalmente el astro rey se impone cada día a la oscuridad que mese los miedos en el consuelo de un día mas, lleno de esperanzas y sueños de conquistas.

Lo cierto es que en ese horizonte que se perfila hacia el desastre, y al mismo tiempo al éxito rotundo de los soñadores acérrimos y su obstinación, ahí mismo detrás del arco voraz, donde el rayo de luz se doblega ante las curvas de tu existencia, ahí mismo, contemplo tu figura; y me enamoro!

 

Exelente, fino trabajo, amigo mio, haz sacado del horizonte una sorpresa!

 

gracias ,, ,, me alaga tu comentario,, je ,,,, me alegro que te guste