El invento de Kisum.

La mañana era deliciosa, ya que el reino de Sión se encontraba en la mejor época del año, que era Oclacio. Todo era verde y las flores muy coloridas, muy fácilmente se podía percibir su aroma, era maravilloso.
En el ambiente se podía sentir una paz increíble y el amor incondicional del Rey, pero a la vez la maldad, temor e inseguridad a causa de los siervos necios del Rey.
Todo comenzó en el palacio del Rey, donde Él escuchaba a su talentosa orquesta tocar, mientras alababan su nombre.
Cuando de pronto se le ocurrió una idea, de hacer algo nuevo, distinto, de escuchar algo diferente, entonces dijo:-¡Silencio!, creo que he escuchado muchos ritmos, sonidos y variedades de instrumentos, pero ahora quiero escuchar algo distinto. Por ello habrá un concurso donde podrán participar todos los de mi reino, desde la guardia real hasta los del calabozo.
Lo que tendrán que hacer será inventar un ritmo, sonido e instrumento diferente de los que ya existen, y el que sea de mi mayor agrado obtendrá una recompensa-.
En todo el reino había una gran revolución a causa de la noticia, pues ya estaba en boca de todos.
Entonces Don Lechugòn al oírlo fue corriendo a su casa, tratando de inventar algo nuevo con todo lo que tenía vasos, floreros, cazuelas, elástico de calzones, tapetes ,etc. Tratando de sacar el instrumento, ya que quería ganar para casarse con su amada Guayaba.
También Miseschufua se encontraba en el espejo bailando tap-tap-tap, buscando algún sonido que inventar, para la gran fama ganar. Era muy bella, fachosa, vanidosa y casi siempre obtenía lo que ella quería, pero estaba inconforme con ella misma.
Mientras tanto en el calabozo se encontraba Dr. Waquelasque inventando con sustancias y cosas asquerosas algo que pudiera ser del agrado del rey, para obtener como recompensa su libertad. Además había un joven llamado Letocchino muy guapo y apuesto que aparentaba ser un ángel pero en realidad era como un achichincle de Satanás, se paseaba de un lado a otro, dando vueltas en su celda, ideando como destruir al Rey por medio del concurso. Cuando de repente se le ocurrió hacer un instrumento de viento muy parecido a la flauta, para que al soplar echara viento pero al mismo tiempo echaría una sustancia tóxica que lastimaría al Rey.
Era ya casi de noche y Kisum se encontraba en su taller de carpintería, este joven sencillo era humilde y sincero, con mucha creatividad pero en ocasiones inseguro, mientras que limpiaba su taller pensaba en el concurso y deseaba en su corazón lograr hacer algo del agrado del Rey, más que una recompensa, simplemente quería alegrar su corazón aunque él pensaba que no lo lograría, y en eso recordó lo que su abuelo le decía: todo lo que hagas hazlo de corazón como para el Rey y no para los hombres. Entonces entendió que lo importante era la intención de su corazón.
Al día siguiente se despierta Kisum temprano y se dirige a su taller. Al respirar el aire fresco y percibir el aroma de las flores se inspiró para iniciar con el instrumento.
Mientras que en el calabozo el ambiente era frío, húmedo, asqueroso y más aún con el gordo y chaparro del Dr. Waquelasque, al cual le salía pus y hedor de moho por todos lados. Él preparaba una masa, que se veía horrenda, que parecía el brazo de una doña gorda, la cual emitía sonidos muy extraños que se parecían mucho a los ronquidos de mi hermano.
En el pueblo paseaba el regordete, cachetón y gracioso de Don Lechugòn con sus hojas muy frescas y verdes tomado de la mano de su amada Guayaba, los dos traían en sus flaquillos tobillos unas bolas de aluminio con piedrecillas adentro y al mismo tiempo don Lechugòn le soplaba al elástico de su calzón. En eso pasó Miseschufua baile y baile con su tap-tap-tap para algún sonido nuevo encontrar y así su fama alcanzar.
Letocchino en su celda estaba agobiado por su ingenio, moviéndose de un lado a otro tratando de lograr un sonido placentero e hipnotizante para que al Rey de Sión le agrade, algo parecido a una flauta inventó con las tuberías del lavamanos, tan dulce fue el sonido que emitió, que hasta el caño destapó. Su obra maestra estaba hecha tan bella y perfecta, solo le faltaba lo que la haría malvada, que sería la sustancia para realizar su plan con constancia.
Se encontraba Kisum, concentrado en su labor, no sabía lo que hacía, simplemente lo realizaba como en su corazón lo sentía, pues la inspiración le cayó como por arte divino. Hacía un ruido con metal, luego con un pedazo de madera por allá, en eso paso sus dedos por unas tiras tripas de animal, así resultó de ello un sonido muy peculiar, pero las tripas estaban arriba de un jarro, entonces se le ocurrió hacer un agujero en un pedazo de madera, después coloco las tripas sobre aquello y pasó sus dedos de nuevo, y eso se oyó mejor que lo primero, luego dijoara que no sea plano lo haré como una caja-.
Y así comenzó su gran inventó con energía, animo y excelencia, ya que su inspiración era la correcta. Luego de hacer la caja con el agujero pasó otra vez sus dedos, y pensó que sería mejor estirar y tensar las tripas al amarrarlas en cada extremo de la caja. Lo hizo y escucho un sonido que se paseaba por la caja y luego se dirigía a su oído, era un sonido suave y tranquilo, pero que a la vez podía ser alegre y con ritmo, fue dándole forma hasta que quedó como la figura de una linda señora, siguió tocando las tripas, que pasaron de eso a ser cuerdas, conforme las tocaba y presionaba se daba cuenta de los diferentes sonidos que emitía, y si se acercaba al agujero se oía más agudo.
Por fin su obra terminó y el muy contento quedó, solo esperaba y confiaba que al Rey le agradará.- Me iré a dormir porque mañana es el gran día de ir a presentarme ante el Rey, yo creo que es sensato irme a dormir temprano.-Kisum se acostó y veía las estrellas a través de su ventana, pensando en las palabras de su abuelo: haz las cosas de corazón como para el Rey y no para los hombres, así durmió tranquilamente meditando en aquellas lindas palabras.
Ya era de día, todo el pueblo, desde frutas y verduras vivientes, ogros, piratas y enanos hasta seres humanos se dirigían con paso rápido hacia el gran palacio.
Esplendoroso y majestuoso castillo, era el palacio del Rey, personas con las mejores voces alabándolo, el castillo era sencillo pero tan impresionante, entrabas y lo primero que había eran los jardines y el patio, era una hermosura increíble con aves y mariposas de todo tipo, había flores tanto sencillas como exóticas, todo era tan colorido y alegre. Un aire fresco y tranquilo corría por todo el lugar, pues la presencia del Rey se sentía llegar.los jueces se estaban colocando y el Rey en su trono acomodándose.
Los participantes ya estaban listos, esperando que el show iniciara. Primero empezó el Dr. Waquelasque y su hedor, casi hace que toda la gente se desmayé. Comenzó a tocar y el Rey se empezó a atarantar por el sonido tan feo que emitió, por eso el guardia se lo llevó.
En eso entró Don Lechugòn con sus campanitas y el elástico del calzón. Se puso a tocar y el Rey, de la risa que le causo empezó a llorar, entonces Don Lechugòn tuvo que dejar de tocar. El turno siguiente era de Miseschufua, quien entró bailando con su tap-tap-tap bailó tanto que hizo que el suelo casi se incendiara, por ello la tuvieron que parar.
Después fue el turno de Letocchino, que iba con su flauta muy dispuesto a lastimar al Rey. Se paro enfrente del Rey y su melodía inició, muy dulce y agradable, era el sonido que salía, sólo que la flauta se tocaba hacia un lado, para que así el Rey, fuera intoxicado, poco a poco salió la sustancia, pero por el poder que había en Él no le paso nada. El Rey se molesto mucho y al calabozo lo mandaron, pero este se escapó y el guardia lo correteó.
Kisum pasó al frente, estando demasiado nervioso, iba temblando peor que alguien con hipotermia, pero en ese momento, recordó las palabras de su padre y se tranquilizó. Se colocó su instrumento y comenzó al compás de sus sentimientos. Mientras que Kisum pasaba los dedos por las cuerdas, se oía un sonido muy grato y armonioso, alegre pero no escandaloso. Entre más tocaba, al Rey una sonrisa más grande se le dibujaba, el sonido que emitía el instrumento era fragante, a causa de la intención del corazón del muchacho.
Al tocar cada cuerda, toda la gente quedaba admirada. El sonido que emitía el instrumento era algo muy estupendo. Kisum ganó el concurso por la intención de su corazón, entonces el Rey lo nombró el director de su orquesta, y con su instrumento llamado guitarra hizo una gran fiesta.

FIN.​

 

Aunque me llevó un tiempo leerlo, me ha gustado el relato. Buena moraleja.
Felicidades y estrellas.

 

Me encanto el relato y el nombre de los personajes tremenda imaginación. Saludos y estrellas.

 

Me dejo una moraleja... Muy buena prosa querida poetisa me gusto mucho... mas que una prosa es un cuento embellecido por tus versos tan deleitadores.. Un gusto haber pasado por tus escritos... Saludos Para Ti ! ... Abrazos !

 

los personajes son geniales, bella historia, un fuerte abrazo.