El irritante.

Desde niño se manifestó en mí el extraño poder de irritar a la gente; les hago pensar en sí mismos y los irrito. Sólo me salvo de llevarme una asegurada paliza por mi pequeño e inofensivo tamaño y porque jamás me altero, simplemente, con calma, expreso lo que pienso y dejo que hablen entre ellos. Podría decir que tengo el extraño poder de hacer pensar a la gente, sin embargo, esto siempre ha tenido pobres consecuencias, no así que los irrite.

Nací con esta extraña cualidad, mientras estuve en el parvulario todos mis compañeros lloraron todos los días, me expulsaron de tres colegios, de dos de ellos el primer día. Cuando llegué al instituto, la Consejería de Educación, tras conocer mi caso, por la salud mental de mis profesores y compañeros, me rotó de instituto cada cuatro meses. Así, de esta forma, hice medio curso en ocho institutos diferentes, hasta que llegué a la universidad, en la cual, pese a hacerla a distancia, me hicieron ir cada semana a explicarles mis comentarios a pie de página. Cuando terminé la carrera me encontré imposibilitado para entrar con normalidad al mundo laboral pues no pasaba entrevista alguna.

Mi familia, la cual, aleccionada, no me hablaba desde niño, decidió que debía de poseer alguna extraña enfermedad mental pues pensaban que no podía ser bueno para nadie alguien que pensara he hiciera pensar tanto, ni para sí mismo. Por lo que un día vino la policía y me llevó a un hospital esposado, pero sólo estuve tres días. Pues al tercer día vino una jueza junto a su secretario y un médico forense para evaluar mi cordura. La entrevista duró escasos dos minutos y me dijeron que me darían el alta si en mi vida volvía a hablarles. Creo que aún al día de hoy piensan en lo que les dije.

Debido a todo esto, ya de regreso en la casa donde vivía, dediqué mi tiempo en visitar miles de Web de todo tipo, afanando mi sobrado tiempo en Internet. Pero, claro, yo seguía y sigo pensando, así que, de vez en cuando, me comunicaba con los propietarios de las Web para proponerles ciertos cambios en las mismas, para que reflexionaran en sí sobre su contenido y forma. Hasta que di con la Web del Servicio de Inteligencia para el que ahora trabajo.

Mañana viajo a China.