El juicio de la manada

Qué cabronada!
que salgan tan bien librados
los cinco descerebrados
de “la manada”.

La desdichada,
no se resistió, por suerte,
hasta exponerse a la muerte,
al ser violada.

Si resistencia,
hasta ese extremo, no opuso,
no es agresión, sino abuso,
en su sentencia,

dicen los jueces
y la pena, así, es más suave,
pues la cosa no es tan grave,
según parece.

Por la agresión,
veintidós años pedía
de prisión, la fiscalía.
¡Que decepción!

será más breve:
los cinco salidos faunos.
estarán a buen recaudo,
máximo nueve.

Leve condena,
por la violación brutal
de esta banda criminal,
suave la pena.

Se queda en nada
esa violación grupal,
-sin duda, agresión sexual-
que “la manada”,

-más bien jauría-
tan premeditadamente,
claro que presuntamente,
cometería,

con reincidencia,
pues un claro precedente,
dudando, presuntamente,
de su inocencia,

ya existiría:
que, por otra violación
que en Pozoblanco ocurrió,
denuncia había,

y alevosía,
porque de las intenciones,
de cometer violaciones
con que acudía,

esta jauría,
a fiestas de San Fermín
hablaron con gente afín,
aquellos días,

y lo que harían
los cinco faunos machotes,
en un chat, con amigotes,
compartirían.

ya mencionaban
que reinoles, burundanga
cloroformo y hasta amarras,
necesitaban

Claro dijeron
lo que harían, estos bobos:
“que queremos violar todos”
Y es lo que hicieron.

Juzgado el caso,
parecería que el fallo
es, justamente eso, un fallo,
un gran fracaso,

de la justicia,
un sinsentido evidente,
a los ojos de la gente,
una injusticia.

Loco estaría,
presuntamente, ese juez
que solicitó absolver
a esa jauría.

Sexo en ambiente
de jolgorio y regocijo
que le pareció ver, dijo
ese demente.

Quizá no debo,
llamar demente a ese juez;
a ese loco llamar juez
sí que me atrevo.

En pura esencia,
generoso obsequio al caco
él vería en un atraco
sin resistencia.

La reflexión:
guardia civil de paisano
y un militar acusados
de violación...

¿Habrá pasado
que ha habido, acaso, presiones
de algunas instituciones,
de nuestro Estado?

No hay democracia
sin poderes separados,
aquí están condicionados,
¡triste desgracia!

Acaso existe
un problemón con los jueces,
cuyos fallos son a veces
como de chiste,

o de esperpento:
Que al abuso se prestaba,
una niña que contaba,
en el momento,

solo cinco años,
dijo el juez ‘incompetente’,
que condenó al delincuente,
solo a tres años.

Mala justicia,
la que el rechazo merece
del pueblo, si le parece
mucha injusticia.

Y ya el pueblo huele
que políticos y jueces
lo mean cuando, a veces,
dicen que llueve.

¡Para llorar!
¡Pobre país, pobre España!
A ver si el poder se apaña
para cambiar

toda esta mierda,
Hoy la gente está que trina,
se está llenando de inquina,
contra el sistema

y en la pelea,
seguirá hasta la victoria,
para que acabe esta historia,
como desea.

Esta sentencia,
injusta, presuntamente,
en opinión de la gente,
en otra audiencia,

urgentemente,
revisar se debería
con criterios que serían
muy diferentes.

Que “No, es no”, siempre,
la regla de oro ha de ser
que hoy en día, al parecer,
nunca se atiende.

Será mejor,
pasar de centrar el foco
en la víctima, a ver cómo
el violador

se comporta,
antes, durante y después,
cual la víctima, al revés,
hoy lo soporta.

La consecuencia,
de aplicar otros criterios
más razonables y serios,
con la sentencia,

modificada,
será que los cinco bobos,
-no insultaré yo a los lobos-
de la manada,

pasarán años
expuestos a los abusos
de muchos otros reclusos,
más de veinte años,

concretamente,
y sabrán si una agresión
es abuso o violación,
perfectamente.


© Xabier Abando, 29/04/2018