El Limite

Se encontraba sentado, buscando como satisfacer sus emociones cansadas de sentir tristeza luego de aquellos días en que ellos se fueron y jamas volverían, despues de tanto tiempo, encontró una solución, o eso era lo que él creyó. Al día siguiente se dirigió al instituto, donde tuvo agradables discusiones de temas muy privilegiados; "practiquemos un deporte" exclamó uno de ellos, que se encontraba silencioso pensando en como alegrar aun más ese agradable momento. Fueron todos, pidieron una pelota y fueron a jugar, él a pesar de la tristeza que tenía y trataba con mucha fuerza ocultar, fue convencido para acompañarlos a ellos, todo lo que él imaginaba que iba a pasar, nunca sucedió, y quedó estancado en su mente. "¡Haz las cosas bien!", "¡Mira lo que haces!", "mejor sientate y nos veremos contigo más tarde". Rechazado por su propia fuente de alegría, volvió al salón, y decidió quedarse sentado, sin mirar a nadie más de los que había allí, pensando y diciendose en su mente: "¿Por qué?, ¿que pasó?, ¿acaso jugué con mis propios sentimientos?". Cuando volvieron los demás, lo vieron que estaba muy callado, sin palabras, ni gestos, ni reacciones, a pesar de las apariencias, uno de ellos le gritó: "Nunca vuelvas a ayudarnos", y aunque él se notaba taciturno, lloraba por dentro, sus emociones lo traicionaron, lo engañaron, sintió que no podía confiar ni en su propia alma. Volviendo del instituto hacia su morada, le llegó una llamada a su telefono: "Hijo, tuvimos que salir en busca de ayuda y estamos en la clinica, ha sufrido muchas heridas". Colgó, y con calma guardó el telefono en su bolsillo, cuando entró a su casa, sabía que no se encontraba nadie, y sin dudarlo, gritó con alegría: "Al fin nadie me puede prohibirlo, ¡soy libre!"; corrió, bailó, saltó, se sentía como un niño pequeño y travieso de nuevo, por fin podía hacer lo que mas quería, fue como ver a una persona pobre y humilde en la calle, recibiendo por primera vez luego de tantos años muy buena atención. Luego de festejar por mucho, fue a la cocina a preparar algo para celebrar hasta en las madrigueras del paladar. Ya teniendo su delicioso platillo hecho, procede a comerselo todo, sin dejar rastro de lo que habría creado, él se sentía de maravilla, no podía creer que estaba sucediendo de verdad.

Al día siguiente, en un periodico local, aparece una foto de él, en la cocina, tirado en el suelo... "Se suicida al ingerir cianuro", ¿como lo consiguió? ¿como lo preparó? varias preguntas, algunas sin coherencia, se hacían los encargados del caso, pero lo único que se sabe con mucha presición: él logró superar el limite.

 

Un buen tema en tu trabajo. Un final inesperado y muy triste. Saludos cordiales.