El llanto del metal.

El llanto del metal.

El cañón me apuntaba a la frente y mis ojos coqueteaban con el martillo del revolver, se podía oler la pólvora y el metal y se sentía en el ambiente un tensión particular. Al frente de la cacha unos ojos nerviosos miraban el semblante de mi rostro y de su boca salían irreverentes palabras que mis oídos no atendían, solo escuchaba el eco lejano y sollozo de un temerario ¡dispara! Mi mano derecha que temblaba sin control, comenzaba a humedecer la empuñadura, la tensión crecía y mi corazón parecía salirse del pecho. En mi mente las imágenes parecían frescas, estaban tu, el, ellos, todos, los veía alrededor carcajeándose de mi escena. Mi dedo índice trataba de hacer palanca con el gatillo, pero había una voz desperada en mi cabeza que reprendía mi conducta y se aferraba a sostener mi dedo que nadaba en desconcierto. De pronto escuche de nuevo esa voz temeraria que me dijo ¡dispara! Y sin recato de nada mi dedo índice se apresuro a obseder, hizo palanca con el gatillo y escuche al metal llorar en un pequeño sollozo… ¡Bang!...

 

¡¡Ups!! La voz de la conciencia reprimiendo, por otro, la necesidad de pasar a la historia. Un micro lleno de suspenso, cuyo final, un tanto apocalíptico. Una recomendación si es que me permites, el uso de las comas, como que vi en exceso. En futuras ocasiones trata de limitar la abundancia de éstas, solo que sean para resaltar el contenido de una palabra dentro de una frase en particular. Puntos y comas, probablemente dieran más enfasis al contenido. Esas, son mis recomendciones, por lo demás lo vi bien.
Personalmente prefiero historias cortas que condensadas, al agregarle narrativa en tan pocas líneas como que queda apretado, a mi juicio lo que deseas trasmitir, pero claro está es una opinión personal. Un abrazo, Ruben

 

saludos Ruben, muchas gracias por leerme y por tus cometarios, los cuales me serán de gran utilidad, los tomare muy encuenta, ya que es muy importante para mi todas las observaciones necesarias para mejorar. muchisimas gracias amigo.