El ludópata

En un club muy elegante,
trabaja Bea, de cantante,
pero conoce a Ramón,
que va a ser su perdición.

Ramón es un jugador,
guaperas y seductor,
que en el casino gastaba
cualquier euro que encontraba.

Como trabajo no tiene,
cada día a verla viene,
y al terminar de cantar
siempre se van a bailar.

La pasta se le ha acabado
y más euros le han prestado,
pero Ramón no sabía
en el lío que se metía.

Los de la mafia han venido
y así se lo han advertido:
-O devuelves ya el dinero
o te pelamos al cero.

Como el plazo ha expirado,
él está desesperado;
no se le ocurre otra idea
que pedir la pasta a Bea.

Bea pone el grito en el cielo
y llora con desconsuelo.
¿Para eso me quería?
¡Ay! ¡Qué desgracia la mía!

Mas como ella sí lo quiere
y por sus huesitos muere,
los ahorros de su vida
se los entrega enseguida.

Aunque antes ha de jurar
que nunca más va a jugar
y como no cumpla el pacto,
ella lo mata ipso-facto.

Los meses han transcurrido
y Ramón se ha convertido
en un muchacho ejemplar
que no sale de su hogar.

A Bea le debe la vida,
mas la tiene aborrecida,
porque ahora todo su anhelo
es poder alzar el vuelo.

Y el día menos pensado,
Ramón le dijo, taimado,
-me voy a comprar tabaco-
y ya no volvió, el bellaco.​

 

Me encantan estos poemas tuyos cargados de humor elegante en los que, además, se advierte el dominio que tienes de las rimas. Ya lo he dicho en otras ocasiones, para mí el llegar al final del verso constituye el momento de mayor sorpresa y, en tus versos, siempre es una sorpresa muy agradable.
Con mi abrazo fraternal, amiga.

 

Jajaja... pues para Bea el final de la historia no creo yo que fuese una sorpresa muy agradable, que la dejó sola y desplumada.
Muchas gracias por tu halagador y amabilísimo comentario.
Un abrazo.

 

A ese bellaco le calza la frase, "árbol que crece torcido..."
El amor hizo a "Bea" esperanzarse en un cambio poco viable, le salvó los huesitos, pero al final no se quedó ni con la sombra, qué pena.
Me agrada la dosis de gracia que se suma quizás a algo de realidad, en cuanto a ese modo de vida, aunque la verdad ignoro todo al respecto.
Buen inicio de semana.

 

Magnífica manera de plasmar una historia de vida, como hay muchas, personas que usan a otras solo por necesidad y luego "si te he visto, no me acuerdo" Un placer disfrutar de su profunda y maravillosa poesía, Eratalia, reciba mi más cordial felicitación y saludo.

 

Historias como esta debe haberlas, palmo más o palmo menos y ludópatas los hay a montones, auque afortunadamente yo no conozco a ninguno que lo sea...
Gracias por el comentario y por los buenos deseos.
Saludos cordiales.

 

Muchas gracias, Daniel, por concurrir en este espacio y dejarme su amable comentario.
Saludos cordiales.

 

Excelente, simpático, original por el final inesperado. Se pasa un muy buen rato leyéndolo.
Te felicito efusivamente.

 

Me alegro de que pasaras un buen rato leyéndolo y te agradezco la efusión.
Abrazos.