El mal está enamorado de la muerte

Lejos del mar, pero cerca de la orilla,
clavado en el acantilado del tiempo
y oculto de los ojos de las águilas,
vive un anciano sabio que no conoce los segundos.

Es un ermitaño y no tiene hermanos,
incluso no conoce a sus padres
porque nació antes de que el mundo fuese un sueño
en el verano infinito de los dioses.

El anciano no conoce a la muerte,
aunque está perdidamente enamorado de ella
y espera que pronto a su puerta llame.
El anciano espera a la muerte
pero ella nunca besará su frente.

Es la personificación del mal
y tiene una máquina de metal
que hace funcionar girando una manecilla de cristal.

De su máquina nace un humo negro
que lleva ideas crueles, deseos corruptos,
e impregnados de una oscuridad que llena le corazón
de esos humanos que derraman lágrimas en silencio.

El anciano quiere morir,
el mal quiere morir,
pero el mal, el anciano,
que enamorado de la muerte está
vive en el rechazo de la muerte que es dama.

 

es cuando a escurridizas nos llama a su velo, que flamante poema, desbordando siempre tu lado oscuro guerris, abrazos