El mañana de hoy

En este, nuestro mundo, nos basta poco para herir a alguien que aprecias, un sentimiento infinito de impotencia ante situaciones apocalípticas en las cuales uno desea desaparecer, ¿Por qué castigamos al humilde cuando erra y no condenamos a los crueles? Esto debería convertirnos en crueles pues. Inmemorables los tiempos en los que a los justos los hemos manipulado a nuestra merced destruyendo así muchas esperanzas puestas en la humanidad. Suponemos un próspero futuro, pero no lo trabajamos lo suficiente como para llegar a esos así lejanos objetivos, objetivos de avanzar y de cambiar el concepto sobre la sociedad. Llegará el momento en que la Boa y el ratón, el canis y el cat y el bueno y el malo deban superar sus diferencias para tirar hacia delante o caerán juntos en “crudelis re”. Aprovecharemos el “tempus habemus” para arreglarnos o lo usaremos para matarnos entre los restos de nuestro mundo.

|Dedicado a Mariona Ribera, mi musa, mi soporte, una verdadera amiga|

 

No he entendido bien esa frase,

"¿Por qué castigamos al humilde cuando erra y no condenamos a los crueles? Esto debería convertirnos en crueles pues. Inmemorables los tiempos en los que a los justos los hemos manipulado a nuestra merced destruyendo así muchas esperanzas puestas en la humanidad"


Del conjunto extraigo una visión de incertidumbre sobre el comportamiento humano, crudelis re, eso parece ya en sí misma una gran certeza...

Saludos,

Palmira