El mastín del Pérez

Tenía yo como un centenar de gallinas y es verdad que no eran buenas ponedoras y es que las alimentaba con maíz y claro es mejor el pienso para ponedoras, eso sí los huevos tenían una yema de amarillo rojizo y estaban de buenos que ni os cuento, que ricos; pero bueno lo cierto es que todas las tardes me entretenía buscar sus nidos por el campo, pues pululaban libremente y siempre me escondían los nidos, claro es que querían quedarse clueca y tener pollitos.

Y llegué una tarde y vi muchas plumas en el suelo y me faltaban gallinas, seguro que había sido una zorra las que me las había levantado. Tomando una cerveza se lo comenté al Pérez, un amigo, que inmediatamente me ofreció su sabio consejo y su mastín que se llamaba coco " Nombre apropiado si", y aún recuerdo sus sabias palabras "Te llevas al coco lo amarras a una encina y veras como la zorra le da miedo y no entra y se te acabó el problema.
Así lo hice me llevé al coco y lo amarré a una encina y me largué y al otro día volví a la finca a por los huevos de mis gallinas y no hallé ni una y estaba el coco tendido panza arriba eructando, se había soltado y el animal con la mejor intención se comió todas las gallinas así la zorra quedó bien corrida.

Y la adivinanza dice así:

Tan grande como un león y defiende la finca como un ratón ¿ que es?
El mastín de Pérez.