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El mensaje

Tema en 'Prosa: Obra maestra' comenzado por TATIANA, 21 de Julio de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 883

  1. TATIANA

    TATIANA Poeta adicto al portal

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    En una noche de domingo mientras, a solas, meditaba en el patio de mi casa, vinieron a mi mente tres preguntas:


    ¿Quién soy?
    ¿Cuál es mi misión en esta vida?
    ¿Tengo algún Don especial?



    En busca de una respuesta, miré al cielo. Mas el cielo permaneció mudo.



    De pronto reparé en que el firmamento, cuajado de estrellas, era muy hermoso.


    Asimismo reparé que esa hermosura siempre había estado allí y si no la había descubierto era porque, en mi empeño de buscar la verdad en el suelo, me olvidé de dirigir la vista hacia lo alto.


    Cuando bajé de nuevo la vista, una rara sensación se apoderó de mí.

    Noté mi cuerpo grávido…, como si mis hombros soportaran un pesado yunque.

    A la hora de cenar observé que los alimentos no tenían sabor.


    Cuando termine de cenar, me dirigí a mi cuarto con paso lento, pues me costaba mucho caminar.


    En cuanto me acosté la rara sensación me abandonó y sentí que mi cuerpo volvía a ser el de antes. Intenté levantarme, pero no pude porque el sueño se apoderó rápidamente de mí.


    Me desperté a medianoche. Abrí los ojos lentamente, cosa rara en mí porque suelo abrirlos con rapidez.


    Al mirar hacia el techo de mi dormitorio observe una esfera gigante. Mientras más la miraba, más pequeña se iba haciendo, como en el cuento de la Bella Durmiente.


    Salí de mi habitación, y por las escaleras me dirigí a la sala situada en el piso inferior de la casa. La esfera, que me seguía, adoptó la forma de un hombre cuyo rostro permanecía velado.


    Con una voz varonil, muy agradable y suave se dirigió a mí. ¿Deseas saber quién eres? - Si, le respondí. Eres una mujer plena de sentimientos y sensibilidad. ¿Puedes decirme cual es mi misión en esta vida? -Lamentablemente no está en mis manos revelarte ese secreto. Tendrás que descubrirlo por ti misma.


    ¿Cuál es mi verdadero Don? Volví a preguntar. Piensa…, lo tienes frente a tus ojos, solo que no te atreves a aceptarlo. ¡Donde! Grité en voz alta. En ese instante, me desperté.


    Al día siguiente, mientras me dirigía a la escuela, pensaba en el sueño de la noche anterior. Ensimismada en mis pensamientos veía como en un sueño moverse los labios de mis compañeros al hablar y reír, pero no oía sus voces.


    Con paso lento, pues la sensación de pesadez era insoportable, entré en el aula y me senté en mi pupitre.


    La maestra me ordenó que escribiera en la pizarrón unas operaciones algebraicas. Era tal mi debilidad que en el instante de tomar el plumón, me desmayé.


    En mi inconsciencia ahora si escuchaba la voz de mis compañeros. Súbitamente sentí que el pesado yunque abandonaba mi cuerpo. En cuanto recuperé la consciencia volví a sentirme ligera.


    Sonó la sirena que anunciaba el cambio de clases. La asignatura que ahora debía estudiar era la de Computación. Mientras aguardaba la llegada del profesor decidí encender mi ordenador y entrar en la página de mi correo electrónico. Mi sorpresa fue mayúscula al observar más de cien mensajes con el mismo lema: “Tenemos que hablar”.


    Por temor a un virus los borré todos, sin abrirlos. En cuanto llegué a casa encendí de nuevo el ordenador. Los mensajes eran ahora unos mil.

    Abrí uno al azar y pregunté:


    ¿Qué quieres?
    Piensa- me contestó.
    ¡No estoy para bromas! -respondí.
    Yo tampoco -me contestó.
    Me llamo Arturo.



    Soy un empresario famoso y vivo en la ciudad de Los Ángeles, Baja California. En una vida anterior me llamé Tamara, ¿la conoces?



    Sí, soy yo - aseveré.
    ¿Sabes en qué año vivo?
    -En el año 2011.


    No te pregunto por el año en que vives tú sino en el que vivo yo.
    No tengo la más ligera idea.
    Vivo en el año 3161.



    ¿Sabes con quien hablaste ayer?
    ¿Con Dios?
    No, conmigo.


    ¿Podrías decirme si tengo un "Don" especial?- pregunté.
    -Si, tienes la cualidad de poder regresar al pasado y averiguar que fuiste en otra vida- Haz la prueba y lo comprobarás.


    Por medio de Internet, me adentré en mi pasado. Una vez en él, pude averiguar que en el año 1510 fui un escritor que murió sin poder dar a conocer su obra al mundo.


    Ahora sé que al nacer se me encomendó la misión de divulgar esa obra por medio de Internet y así acabar lo que inicié en mi anterior encarnación.



    ¿Sabes a que se debía mi pesantez y debilidad? -volví a preguntar.
    Como no prestabas atención a los mensajes enviados a tu mente, decidí meterme en tu cuerpo para hablarte en sueños, por ello has tenido que soportar mi peso.




    Ahora estoy comunicándome contigo a través de Internet. Deberás utilizar la sabiduría que has recibido en tus sucesivas reencarnaciones para convertirte en una mujer de éxito




    TATIANA

    22/07/2011​
     
    #1

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