El mentiroso soy yo

Una vez me preguntaron, si aun extrañaba a aquella mujer, no, claro que no contesté.! Pero ni siquiera te has preguntado qué habrá sido de ella? No, no tengo del porque respondí yo. A éste al parecer le interesaba mucho saber que sentía o pensaba acerca de aquella mujer, dio una vuelta por el jardín, recogió una flor y pregunto; se podrá olvidar el aroma que una vez roso tu mejilla.? Los labios olvidan la miel que un día probo? Los ojos no recuerdan la imagen que por felicidad con lágrimas casi los ahogo? No, no lo sé! Por qué me preguntas a mí? No soy esa persona que tú imaginas que soy. No tengo tiempo para esas cosas, para estar pensando en la que un día tomó sus maletas y se marcho sin explicación alguna. Es más, no me sobran días, ni horas ni siquiera segundos para estar pensando en ella.

Bueno bueno, está bien no te pongas así. Ahora bien, contéstame esta; jamás saldrás en busca de ella? Pero que necio eres, como pretendes que la busque si ni siquiera sé donde está, quien sabe con quién estará sonriendo de felicidad y del porque yo me atrevería a cruzarme en su camino? Ya deja las cosas como están, no intentes cambiar la realidad…le conteste irónicamente.!!

Por fin decidió quedarse callado. Rato después me senté a orillas del río, bajo el infinito cielo azul aunque se acercaba la noche y las estrellas empezaron a brillar. La luna casi llena iluminaba el río y que cosas más bellas Dios me permite contemplar. Aquella luna me hizo pensar, de repente recordé voces, es como si volviese al pasado o el pasado volviese a mí. Es que una vez, ella, si ella de la que me preguntaron, de una noche como esta hizo un sueño realidad, me llevo hasta la luna y recorrimos de extremo a extremo, descubriendo cada cosa que había en ella y las maravillas que teníamos guardados muy dentro de nuestro ser.
Ella me hacía sentir tan importante, como el aire para el hombre, el mar para los tiburones, el cielo para las estrellas, las lluvias para las semillas y el sol para las cosechas. Es más me convirtió en el mismísimo amor y así como las caricaturas volaba por las nubes pensando que así como ellos pudiera subir y bajar de acuerdo a la voluntad mía, eh., que tonto fui al pesar eso pues de la primera caída que tuve jamás pude recuperar.

Pero a pesar de todo, aun la sigo recordando. Oye tú, si tú la que me preguntaste por ella, le dije a mi corazón, ya que tanto insistías te voy a ser sincero y quiero que busques una pluma y una hoja blanca y escribas en ella lo que te voy a contar; mentí cuando dije que no tenía tiempo de pensar en ella, es el centro de mi pensamiento. Mentí diciéndote que no la buscaría, si cada amanecer salgo en busca de ella solo que no la he podido hallar. Mentía contestándote que ni la extrañaba y que no era esa persona que pensabas que soy, es que te quise engañar, perdóname pero creí que sería lo mejor para ti y así tal vez algún día podías olvidarte de ella, le contesté a mi corazón.

Perdóname por favor te pido, es que cuando digo no, es cuando por dentro repito mil veces sí, y bien tú sabes, el culpable y el único mentiroso soy yo.!

Autor: César Bogado.

 

Lindo relato mentiroso, jejej
esa mentiras cuestan, a veces la negación no es más que un recurso,
para obligarnos a olvidar aquello que no podemos.

bienvenido

un abrazo

 

jejeje pienso que estas en lo correcto.
Ah buen recibimiento Gracias jejeje.
Saludos desde Paraguay. Un abrazo.!