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El occiso

Tema en 'Prosa: Cómicos' comenzado por rasec anevar, 20 de Junio de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 1507

  1. rasec anevar

    rasec anevar Poeta recién llegado

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    26 de Marzo de 2009
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    Se certifica que Don José Manuel galleguillos Subiabre, alias el flaco pene, cedula de identidad 10.089.7876-k, con fecha de nacimiento el 22 de mayo de 1974, de sexo masculino, domiciliado en la comuna de Puerto Montt, calle Las bandurrias N 169. Falleció el día martes 29 de agosto del presente año, por causas no naturales que aun se intentaran aclarar, y forman parte de la investigación vigente.

    En el domicilio donde habitaba el individuo, se debía más de tres meses de arriendo y faltaba poco para que lo desalojaran por completo, encontrándose los pocos bienes que le pertenecían, incluyéndose en esta lista un catre militar de dudosa procedencia y de dimensiones miserables; una taza de loza, ya roída por el tiempo y con su correspondiente platillo; una cuchara, cuchillo, tenedor que tenían grabada la insignia de la Armada de Chile.
    Había un bracero que continuaba con tizones tibios y sobre el una olla, con restos de algún alimento claramente perecible. La cazuela en cuestión no disfrutaba de tapa correspondiente y tenia un color negro profundo, producto del hollín.
    De sus prendas de vestir no hay mucho que agregar al inventario, ya que solo resalta una bufanda verde, que en el momento de la defunción el susodicho no la usaba, cabe destacar que no se reconocieron prendas de recambio en ropa interior, ni menos objetos de valor, salvo una guitarra viuda y algo desafinada; presuntamente tísica y con sus cuerdas bajas ya oxidadas. Sobre el único mueble que se encontró en la habitación, un gato visiblemente catatónico; claramente parecía más muerto que vivo, de color indeterminado y de pelaje miserable, producto de la tiña y los ácaros que le carcomían poco a poco la vida al felino.
    Con respecto al lugar donde se encontró el cuerpo, este yacía en el umbral de la puerta del reconocido bar de “Las peluas”, ubicado en calle Vicente Pérez Rosales, numero 765. Ahí se observo al investigado sin signos vitales, ni rastros visibles de ser agredido. Vestía en el momento de la llegada de las autoridades, con jeans de tono indescifrable, bototos punta de fierro, paletó gris y un gorro de lana cruda pero añeja.
    Testigos interrogados en el lugar admitieron ver ingresar al individuo alrededor de las diecinueve horas del día 29 de agosto del año en curso, con actitud taciturna y murmurando palabras indescifrables. Se debe agregar que los interrogados en el sitio del suceso, admitieron conocer al sujeto, y también sorprenderse de haber encontrado al hombre en un estado de irreconocible sobriedad a esas alturas del día.
    Los últimos que admitieron haber compartido con el difunto, revelaron intenciones suicidas en los anteriores días de camaradería, pero siempre en tono festivo, acompañado de tragos y borracheras, pero que no les ameritaban alguna razón o preocupación.

    En esa noche, alrededor de las diez, después de la ingesta de cantidades indefinidas de vino blanco, el individuo comenzó a sufrir convulsiones claramente dolorosas y a vomitar un reflujo verde espumoso por su boca. Se anota que luego el hombre se paro de su silla, sufriendo y murmurando incoherencias, claramente borracho, pero aun conciente.
    Después con paso entrecortado avanzo hacia la salida del bar “Las peluas” sin alcanzar a llegar, cayendo inerte sobre el piso del local.

    El informe de la autopsia revelo que lo ultimo que ingirió el occiso fue bastante vino blanco y papas cocidas mezcladas con estricnina, sustancia que le provoco la muerte por envenenamiento.




    Se deja constancia que desde el día del presumible suicidio; a la fecha, 29 de septiembre del presente, el difunto aun se encuentra en dependencias de la morgue municipal, debido a la ausencia de familiares o amigos que reclamen el cadáver.
    Debido a esto, pasadas dos semanas del deceso, el cuerpo comenzó a expeler un olor ofensivo; y a expulsar por el ano un líquido viscoso. Además, por esos tiempos empezó a manifestarse un curioso fenómeno; su verga comenzó a desenvainar tamaña erección, de proporciones un tanto épicas. Tan así que la sabana que lo cubría levito de forma milagrosa, elevándose en alturas increíbles, flameando cual bandera libertaria sobre su mástil de cartílago pálido y frío.

    La intención de celebrar un funeral de emergencia sufrió su primer revés al no encontrarse ataúdes del diseño requerido, ya que la condición del fallecido no se acercaba a los servicios standards.
    Por lo mismo se decidió enterrarlo a cuerpo limpio bajo la tierra, en una fosa donada por la ilustre municipalidad de nuestra querida ciudad.
    Se cabo un boquete de proporciones normales y se procedió al entierro. Pero no se calcularon las dimensiones algo exageradas del miembro del difunto, haciéndonos imposible tapar por completo el cuerpo, quedando una cabeza rosácea asomándose a flor de tierra sobre el nicho.
    Se decide exhumarlo al instante, para evitar ofensas hacia las almas que descansan en nuestro camposanto.

    Una cuota de optimismo nos invadió al caber la posibilidad de sepultarlo de lado, apoyado sobre su hombro derecho, pero la idea decayó al darnos cuenta que el área que ocupaba en esa posición aumentaba el diámetro sobre el sitio donado y no podíamos aprovecharnos de la voluntad de las arcas de nuestro noble ayuntamiento.
    Ya desenterrado, se procedió a manguerearlo, para eliminar restos de barro, piedras y hojas; y así devolverlo a la morgue a la espera de nuevas instrucciones.
    [SIZE=3]Adviértase que aun a la fecha, 29 de noviembre del año en curso, el cuerpo continua en las bodegas de la morgue, esperando que las autoridades pertinentes puedan solucionar el problema.[/SIZE]


    [FONT=Times New Roman][SIZE=3]atte., Sargento segundo Ernesto Machuca Zapiola.[/SIZE][/FONT]



    [B][FONT=Times New Roman][SIZE=3]Se adjuntan a la misiva tres peticiones, con respecto al occiso:[/SIZE][/FONT][/B][FONT=Times New Roman]
    [B][FONT=Times New Roman][SIZE=3]La primera proviene del museo de nuestra ciudad, pidiendo la donación caritativa del cuerpo.[/SIZE][/FONT][/B][FONT=Times New Roman]
    [B][FONT=Times New Roman][SIZE=3]La iglesia católica envío una carta exigiendo la cremación en el acto del difunto. [/SIZE][/FONT][/B][FONT=Times New Roman]
    [B][FONT=Times New Roman][SIZE=3]Mientras que la agrupación de ninfomanas anónimas elevo un compromiso de compra, arriendo o permuta del individuo en cuestión. [/SIZE][/FONT][/B][FONT=Times New Roman][/font][/font][/font][/font]
     
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    Última modificación: 20 de Junio de 2009

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