El Ojo del Cíclope

Al contrario que en la mitología, para los científicos los cíclopes son seres bondadosos, perezosos, despistados, lentos y realmente sociables. Si os habéis parado a pensarlo alguna vez, un cíclope tiene sólo un ojo. Y ahora pensaréis que qué gracioso, pues claro, ya lo sabíamos. Pero me refiero a pensarlo realmente, a razonarlo. Eso hice yo una vez mientras escribía un relato. En aquella ocasión dejé que mi mano plasmara sobre el papel lo primero que se me pasase por la cabeza (es un ejercicio maravilloso, no se si lo habréis probado alguna vez) y, de repente, me encontré a mi mismo escribiendo sobre un alfarero que, sin habérselo propuesto, había fabricado un bastón de barro, o arcilla, cómo lo queráis llamar. Y paré sorprendido. Después decidí empezar a escribir de manera razonada, es decir, sobre algo que me permitiera continuar la historia que acababa de escribir y con una forma más racional (algo tendríamos que hacer con ese instrumento y que no fuera meramente un adorno para poner encima de la chimenea).

Entonces, y porque me gustan mucho las aves, pensé en los cíclopes. ¿Cómo?, os preguntaréis. Pensad de nuevo, los cíclopes sólo tienen un ojo, los humanos dos. Esta es la única diferencia entre ambos, físicamente me refiero. Nosotros, los seres humanos vemos y nos movemos a través de las tres dimensiones de la realidad, porque el tener un par de ojos nos permite percibir la profundidad de las cosas, la esencia del mundo real. Los cíclopes no pueden, porque sólo tienen un ojo. A mi entender, un pájaro tiene visión periférica, es decir, un ojo a cada lado de su cabeza y construye las imágenes en el cerebro, al igual que nosotros, juntando las provenientes de ambos ojos, con la diferencia de que es capaz de ver más (algunas especies pueden ver casi 360º, es decir, casi todo su alrededor). Pero entonces, ¿por qué pensé en un cíclope?, todavía no lo he escrito, es verdad. Pues porque cuando miras a un pájaro, el sólo te mira con un ojo, no te puede enfocar con los dos a la vez, aunque esté viendo mucho más (excepto los estrigiformes, las lechuzas).

Los cíclopes pues, debido a que no podrían percibir la profundidad de las cosas, serían seres más lentos y torpes, pero grandes poetas, pensadores, habladores, pintores… y sensibles, tanto que no romperían los bastones de barro del alfarero y los podrían utilizar para moverse más rápido, palpando el mundo a través de ellos, y aprendiendo la esencia de las cosas tan despacio, que su fragilidad sería inmensa (cómo la del bastón de arcilla).

Permaneceré seudónimo, bajo el nombre de Io Cíclope y espero que os guste lo que os cuento a través de la poesía.

Soy investigador y músico. Lo de escritor, aún no lo se.

Hola.

 

Hola y bienvenido a mundopoesia.Interesante presentacion.
Un saludo:
Loida