El olmo que te diera peras

Mi corazón noble
no logra entender
cómo el olmo no puede dar peras,
si él daría lo que fuera
por ti, si se lo pidieras.
Mi corazón frágil
no puede sostener
el peso de las piedras
que un día, en besos, le ofrecieras
y hoy, desde lo alto, le dejas caer.
¡Cómo duele ver la luz
después de un tiempo estar ciega!
Cómo duele ver tus propias manos
destapándome los ojos.
Cómo arden las entrañas,
la cólera que daña
los mejores momentos,
efímeros, pero clavados.
Cómo duele contemplar
ahora, lo que ha quedado vacío…
Este corazón noble,
este corazón frágil;
este corazón tonto
que en pedazos yace esparcido.
¿Cómo puedes ir así
caminando e ignorando?
Proyectando la inocencia
que le robas a otros cuantos.
¿Cómo puedes?
¿Cómo pude…?
Como el olmo, que no da peras.
Como el gato, con sus simples cuatro pies…​

 

Bellísimo trabajo y una excelente culminación. Me gustó muchísimo tu poema. Gracias por compartir. Besos.

 

Te agradezco muchísimo tu comentario María!
Gracias a ti por pasar.
Saludos!!!

 

Amiga... cuando el amor apremia nada es imposible y como bien versas puede dar mas que peras. Mis felicitaciones. Un fuerte abrazo, encantado de leerte.

 

Uno espera al menos lo que da... Lo malo es que no cualquier olmo es versátil saludos Luis!!

 

Todo originalidad
en este poema tuyo querida amiga
sobre esos imposibles
que muchas veces da la sensación
que pueden convertirse en posible
si lo deseamos con todas nuestras fuerzas.
Gracias por este admirable poema, un beso.

 

Uno puede intentarlo hasta que se nos acaben las peras, jeje saludos D!

 

Un poema realmente bonito y bien definido estimada amiga.
Hay veces que nos quedamos con la sensación de que no
hemos conseguido o sacado lo queríamos, quedando
un poco decepcionado y máxime, cuando se trata del amor.
Me ha gustado mucho tu trabajo. Besos.