El olor de los recuerdos

El evocar imágenes nos transporta al pasado, pero muchas veces solo nos trae opacos recuerdos, que se diluyen en imágenes en blanco y negro, en medio de la bruma de nuestra mente. Si queremos llegar al mundo nítido de nuestra primera compenetración con el entorno, cerremos los ojos y soñemos con el olor. Escarbemos esos recuerdos, encontremos el perfume de nuestra memoria, de un pino, de la hierba, de nuestra madre. El olor del ayer nos ofrece miles de sensaciones llevándonos a una vivencia, en la cual no sabemos si estamos soñando o existiendo. En el arco iris de los olores se encuentra un pasado vivido en la lejanía de otras épocas, un mundo de sueños y magia infantil.