El pequeño monstruo

Sé cómo te sientes cada vez que te miras al espejo, tienes a un pequeño monstruo que no para de decirte lo fea que eres, cuantos kilos te sobran y te crea en tu mente una nube de humo negro muy difícil de borrar. Ese pequeño pero fuerte monstruo se llama Inseguridad, hace que agaches la cabeza cada vez que pasas delante de un grupo de chicos porque piensas que van a reírse de ti, o de chicas porque piensas que van a criticarte, pero te digo una cosa: todos, para bien o para mal, van a criticarte, y no es porque seas inferior a ellos, porque no lo eres, pero porque así es la sociedad de hoy en día. Aunque seas perfecta siempre te van a encontrar algún defecto por muy pequeño que sea y van a marchacarte con eso hasta que ese diminuto, minúsculo, defecto se convierta en un gran problema hasta tal punto que te crea ansiedad. Ese monstruo te va a hacer pensar que todos lo ven, que por mucho maquillaje que uses se va a seguir viendo, que no hay solución y nadie va a quererte por eso. Ese pequeño monstruo llamado Inseguridad tiene muy malas pulgas, ya que nada ni nadie tiene que hacerte sentirte inferior, tú vales lo mismo o incluso más que ellos, no dejes que te condicionen en tu vida por sus palabras o sus miradas porque si lo hacen es porque no solo tienen a Inseguridad pegado a su oreja, tienen a otro, su nombre es Envidia y para poder sentirse seguros de si mismo tienen que hundir a los demás, eso les hace subir su ego.
Ve a contra corriente y haz todo lo que ellos te digan que no puedes, consigue todo aquello que te dicen que no conseguirás, demuestra lo mucho que vales, lo fuerte que eres y verás que de esa manera Inseguridad te aborrece y acaba emigrando con esos que tan mal te hacían sentir. La cuestión es creer en ti misma y no escuchar las críticas que no sean productivas, nadie vale más que tú misma, no dejes nunca que te digan lo contrario. Apartarte de lo que (o los que) no te hagan sentir plena, feliz, segura de ti misma, no merece la pena. No es egoísta pensar de vez en cuando en ti misma.

 

¡Me encanto! un tanto motivacional y muy melancólico.

 

Una prosa que lleva el sello de motivacional e impulsora de actitudes positivas. Un placer leer tu magnífica prosa. Saludos cordiales.