El perdón

EL PERDÓN



Ya no hay lágrimas que resbalen secas por las mejillas

Ni tristeza que deprima, el sufrimiento del dolor que arrodilla

Sin abismos que separen la esperanza que truncó la guerrilla

Sin renunciar al sufrir, el corazón empieza a despertar de la lúgubre pesadilla



La reconciliación, nos ayuda a ser partícipes del anhelado perdón

Sin desfallecer, buscando la justicia en el interior de nuestro ser

Sembrando la semilla en nuestros hogares, para el futuro poder comprender

Dejando atrás las garras del perverso, del violento y del impío estremecer



Ya pasaron los tiempos del dolor, del llanto y de la impotencia

De la amargura, de la soberbia, de la soledad y su violencia

Ya pasaron las pesadillas, de explosiones de muertes sin resistencia

El silencio complaciente de la justicia, de ausencia, indiferencia



Hoy lloramos de alegría, de tristeza o de ardientes emociones

La dicha nos embarga, al recibir la visita del Pontífice en nuestros corazones

Que brille la esperanza, de un nuevo porvenir en sus santas bendiciones

Que el perdón, nos colme de dicha en el alma y en todas nuestras regiones



Los conflictos, dejan discordias de división y enfrentamiento

Llantos de fuego, sembrando cizaña en nuestros pensamientos

Dejando heridas difíciles de sanar, de penas sin remordimiento

La ira ardiente, hiere la cólera del interior del juramento



Las fuerzas de la comprensión, nos llevan al interior de la compasión del perdón

Llorando de amor o de alegría, con aquel que te hizo la guerra sin melodía

Dando el primer paso en nuestro ser de amor y de armonía

Recuperando el valor de la confianza, del Creador, su compañía



Al perdonar, germina en el espíritu, el rocío del germen del querer

Crecen los frutos del amor, de unos a otros, la vida sin desfallecer

Se fortifican nuestras relaciones, de cerca un nuevo amanecer

Con misericordia, debemos olvidar el pasado, sin angustias de volver a padecer

Perdonando aquel que ha ofendido, del resentimiento, la felicidad ha de prevalecer



“Joreman” Jorge Enrique Mantilla, agosto 15-2017

Bucaramanga - Colombia

 

Pasar del rencor al perdón parecería difícil. Tu poema es muy bueno. Saludos cordiales