El Poder

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La figura de tus ojos te sostiene, cubre de manera cíclica tus corneas preciosas con rayos café que estremecen la forma en que percibo las cosas, tienes una especie de poder sobre mi. Al principio no me cautivaba nada de esto, pero poco a poco te fuiste incrustando en mí como un gusto adquirido, como gemas en la empuñadura de una espada, mortal y hermosa.
Tus manos calidas, nacidas en el campo, con uñas cortas y delgadas trazaron un mapa que me obligaba a recorrer tu cuerpo con mis labios desde tu nariz hasta tus pies.
OH! Poderoso encanto; me hacia perderme en la profundidad de tus vastos rincones, como el alumno mas tonto de la clase, el que no aprende de sus errores.
Nunca pude percatar el agujero negro en tu mirada, con gravedad tal que succionaba todos mis átomos en ti, aun los más lejanos. Mi vista vacilaba y se desviaba hacia el centro de tus senos, por la brecha hasta tu ombligo, hasta la mitad de tu mitad…
Ahora que la magia se ha disipado en el tiempo, el hechizo palpita levemente y retrocede poco a poco dejando atrás los rastros de imperfección.
Ahora descubro la razón por la cual te encontré, también la razón por la cual te necesito y es que aunque muy banal nuestro momento, me hacías perderme en el calido olvido, atentando así contra los momentos de dudas, controlando de una vez por todas los momentos felices. Al final de todas las cosas, fuiste como la estrella más grande del firmamento, profundamente hermosa, merecedora de admiración pero ¡magníficamente inútil! -Poderosa-
Creo que lo que siempre me hizo falta fue tirar a la basura el telescopio para así dejar de ver a las inútiles estrellas, el problema es que lo tengo adherido a la vista y camino con el a donde quiera que voy y por si fuera poco, todavía soy los restos del cataclismo que has dejado y es que cuando una estrella estalla, brilla con mas fuerza, consumiendo todo a su paso para así no poder ser observada por ojos curiosos nunca mas.

Vivir verdaderamente la vida es ser abierto a nueva información, por mas ajena que esta parezca, para no estar limitado en los muros de nuestra propia comprensión, por eso la capacidad de contemplar las cosas a sido la piedra angular de nuestra evolución. Yo por otro lado descubrí que hay cosas que el hombre no puede mirar, lugares oscuros, lugares escondidos. De repente no puedes dejar de mirar y tú propio ser se transforma en demonios, sedientos de poder y ruina, con hambre de reconocimiento y ambiciones. Te llevan a preguntas como ¿Quién distribuye el poder? ¿Quién decide?
Hay estrellas y planetas, novas y supernovas, ¿Quién decide sobre ellos?
¿Quién se cree tan inquieto que juega por mero aburrimiento sobre el destino de las cosas?, por pura morbosidad, pregunto, ¿Acaso el decide quien tiene belleza y quien no?
También recuerdo que hasta yo me puedo equivocar de vez en cuando y eso me hace creer que indudablemente hay más detrás de todo esa basura en el lente de mi telescopio, aun más sobre quien tiene el poder y quien no, sino en ¿Cuál? es el verdadero significado del poder...
Creo que todo cobrara forma, el día en que pueda controlarme a mi mismo, ese será el día en que con las riendas pueda enfocar mi voluntad a la más hermosa causa que mi intelecto pueda entender.
Supongo que a todos nos gusta mirar las estrellas...

 

Buenas líneas Sebastián.

Gracias por compartirlas.

 

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Hola Vic, realmente me impactó la hermosura de tu prosa. Da para mucho, muchísimo. Eres realmente un excelente literato.