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El poeta ( Capitulo 1: La celda, La marioneta, y las palomas. )

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por JLA, 16 de Noviembre de 2011. Respuestas: 2 | Visitas: 696

  1. JLA

    JLA Poeta asiduo al portal

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    Capitulo 1: La celda, La marioneta, y las palomas.
    Estoy aquí hace ya dos meses, Me fueron a buscar un día a mi solitaria casa en donde me encontraba con mi hijo Pedro de 7 años, Me tomaron y me llevaron a prisión, Aunque mis libros de poemas y ensayos siempre han tenido una mirada bastante humanista, Nunca pensé que seria acusado de comunista, Ni mucho menos traído a prisión... Aquí en realidad la situación es bastante agonizante, Me la paso de un lado a otro deprimido, Surtido de muchas emociones y pensamientos que me suenan inexplicables para mi mismo. Mi esposa "Angélica" Murió al momento de nacer mi hijo Pedro, Y ha sido el dolor mas grande que he cargado durante mis 38 años de vida, Y Pedro, El fue mi consuelo, Mi compañero de la celda en que mi alma se encontraba encarcelada a causa de tanto dolor, Me la paso en las noches pensando que será de el ahora sin mi, estará triste, Sufriendo, A que clase de orfanato lo han llevado ?, Lo han llevado siquiera a uno ?, Mi angustia es delirante, Pero me las he sabido arreglar de una que otra manera. Me la paso mucho solo, No me gusta hablar con nadie, no soy un hombre prejuicioso, Simplemente me siento mas acompañado de mi soledad, Mi soledad y mis versos, Que bien dedicados son a mi angélica, Prefiero sufrirla lo que me queda de vida, Que desterrar su nombre al olvido. Me gusta escribirle versos de amor, Lineas breves que describan cuanto la extraño "Despeja la nube enredada en mi cuerpo, Cuando tu grillo salte en mi almohada, Angélica como el agua nevada, Angélica te llamas, Y te bebes las noches sin calma, Más de día me extrañas callada..." Cuando nos toca el descanso en el patio de la cárcel, Me gusta arrinconarme con las palomas y cantarles mis versos, Ellas me escuchan con atención y luego se van volando a los cielos, Así se que angélica realmente escucha mis letras... Me gusta mirarlas allá arriba sobregirando este nido de muertos viviendo, Son como nuestras vidas encima de cada uno, Alentándonos a permanecer cuerdos y vivos, Son las sombras voladoras de lo que hemos perdido, Son nuestra infancia pasando a través del recuerdo, Que bien se sentía tener alas entonces, y libertad, Libertad infinita. Mi celda es bastante pequeña, En ella solo tengo una litera y unos pedazos de papeles para escribir mis poemas, Estaba bastante sucio aquí, Pero no esta tan mal dentro de mi mente, Todo parece cómodamente ordenado, Por lo que no me quejo mucho, Lo que si me gustaría mucho que entrara luz aquí adentro de ves en cuando, Ya que la obscuridad que me embarga se me vuelve desesperante en este entierro. En las noches el olor a azufre suele ser insostenible, Y los gemidos de los encarcelados enfermos me rozan toda sensibilidad del cuerpo, Pienso que debe ser cuestión de tiempo para que yo enferme también, La luz de la ampolleta tintinea brillante, Las polillas le buscan desesperadas, y el sonido de los pasos de los oficiales es estremecedor. Tengo una marioneta también, Estaba aquí cuando llegue, Mediana, Medio simpaticona, Con una mueca en la cara que no logro distinguir bien realmente si es tristeza, felicidad, angustia, o enojo... Hay tanto tiempo y tan poco que hacer que me la paso jugando con ella, Casi es como mi "compañero de celda" ahora, Y le puse "Pedro" como mi hijo, Que me espera afuera. Tiene un chalequito negro y unos pantalones café obscuro, El pelo castaño y rizado, Y más bien parece la marioneta de un "vagabundo" pero aún así es muy simpática... Con el tiempo ya casi fui perdiendo la conciencia con la que manejaba a Pedro, Es casi como si tuviera vida propia, El me habla y yo le hablo, Me tranquiliza, Sobre todo cuando me la paso llorando por angélica, Y me dice exactamente lo que quiero ir, Lo indispensable para lograr calmar mi angustia. Un día me pidió que le escriba un verso a él, Era una noche fría, muy helada, Con un olor a noche que no se da frecuentemente, Parecía ser como un aire susurraba mi oído, Y aquella noche tan melancólica y mágica me recordó exactamente al día en que murió angélica, Y al nacimiento de mi hijo, Pedro... Entonces tome mi lápiz, Casi soltando lágrimas, y escribí. " Déjame las paredes muertas, Para ir a buscarte sin miedos. Infierno, Sobre la angosta vida, Fulgor, En el cielo suicida, Y yo, Sin poder besar tu fuego, También, Sin poder aflorar tu frente, Ni sacudir tus dedos, Ni eclipsarme al relieve. De mármol, De mármol el tiempo que me triza, De arena también movediza, De barco tu espectro nadado. " La maronieta comenzó a llorar desesperada, Y yo también, Llorábamos juntos, Abrazados, Y bien juntos...
    Al día siguiente a la ora de el almuerzo hubo un disturbio en el comedor, Una gran pelea a montones empezó mientras yo iba caminando, Me aleje a una pared mientras el caos ocurría y los policías salían como balas disparadas desde detrás de los pasillos, El caos era tremendo, Eran al menos 40 hombres convertidos en bestias golpeándose sin pudor, En eso decidí ir a mi celda para refugiarme, Nunca he sido un hombre violento, Al contrario, Lo cual me hace tener mucha incertidumbre acerca de estar aquí. Fue entonces que Pedro me dice que aproveche de huir, Que me escape, que valla a buscarlo ! , Los policías no iban a detenerme era mi oportunidad para salir y entonces encontrarlo, Yo un poco confundido le respondí que era muy peligroso y además que yo ya lo tenía a el, Y que estábamos juntos de nuevo, Luego entre en conciencia y entendí que realmente Pedro esta afuera esperándome !, Debía de ir a buscarlo !, Salí de mi celda rápidamente, Se oían gritos y bocinas por todos lados, Los policías corrían casi ni podían verme, Se escuchaba como se rompían las cosas, Vidrios, Muebles, como gritaban los hombres desesperados, Corrían paramédicos, llegaban, salían, Era realmente un caos... Era mi oportunidad, Todas las puertas estaban abiertas, Y los oficiales que cuidaban los pasillos estaban muy ocupados ablando entre ellos y con los paramédicos, Me escabullí de forma sigilosa hasta llegar a la puerta principal la cual para mi suerte se encontraba desprotegida en ese instante !, Era la oportunidad perfecta, La abrí y salí , Todavía me faltaba traspasar el muro delantero de la prisión, Preferí hacerlo por la parte de mas atrás ya que en la entrada habían 2 guardias, Y esta parte de la prisión no contenía seguridad y el muro solo era relativamente alto, Lo pude saltar con la ayuda de el tronco de un árbol y al hacerlo salí corriendo llegando a un bosque que se encontraba en las afueras.

    Continuara:
    capitulo 2: El bosque de los sueños.
    (En proceso)
     
    #1
    Última modificación: 18 de Noviembre de 2011
  2. Paco F

    Paco F Poeta fiel al portal

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    Muy bueno, esperemos el capitulo 2
    Saludos.
     
    #2
  3. JLA

    JLA Poeta asiduo al portal

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    Que bueno que ye haya gustado amigo, Ya subiré el siguiente capitulo , Saludos !
     
    #3

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