El por qué de la sangre

La función de tomar una arma para hacer servicio de ella puede ser mala, si se coge con el gusto de ser ya extinta. Lo único que admira la belleza es contener el plato durante la noche, y el día; la función toma señas de ser un rasgo prometido por el animal. Y el animal muere, la sorpresa sobre la justicia que asemeja es que todo era parte de los animales y las letras dicen, si, el menor alcance que tenga el arma sobre el animal es que juntos podríamos hacer un mundo mejor.

El otro problema con las ultimas humanidades es que tienen fijo comprometer lo apartado como el enlace entre una y otra frase; las almas van al cielo al morir, los surcos del agua tienden a ser temporales y lo real es la impresión de lo que se tiene en mente, tal y como los derechos han hablado la justicia viene a ser una lección y acaba por ser engendrada como lo irreal toma parte del estado de las células. Lo oscuro es un medio que aparta a la justicia del mismo nombre y la comprensión es una ley armoniosa por detener en cada ocasión.

El animal corre hasta ser aplastado en la deriva del pecho caliente mediante la impercepción de lugares que van cayendo como lunas de costado hasta ser un hecho real la herida duradera del templo al que llamamos planeta; todos los que leen pueden o hacer o no hacer el juramento de haber visto la tierra caliente, el agua en cambio tiene sales, indecisiones como parten del horizonte, pequeños brotes de agua que tienden a ser maestros. La tierra sumerge el orificio de dicho nombre bajo el manto de las estrellas hasta ser nombrado como agua, agua salada que predestina el origen de la naturaleza mediante ángulos provistos de fuego y tierra mojada.