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El Rey Alcor (III)

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por Orfelunio, 2 de Junio de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 1479

  1. Orfelunio

    Orfelunio Poeta veterano en el portal

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    El Senado

    Antes de pronunciarme -dijo el Rey- deberás pasar la prueba del senado. Se retiró el Rey, y al Oratorio fui llevado. Se dividía en tres partes, una a cada lado del trono, otra en el frente, yo en el centro. Arriba y en círculo, infinidad de gradas, ocupadas por multitud de gente. Apareció el Rey y dijo: ¡Por Alshaín!, aquí de nuevo estamos para...! Le interrumpieron las voces de las gradas. ¡Viva el Rey! ¡Que hable Alcor! ¡Viva el Rey!, dijeron todos, y el Rey habló: ¡Bien!, como veis, éste puede ser un farsante, o puede ser Él!

    ¬Te explicaré cómo funciona el gobierno. A mi derecha ocuparán sus puestos la familia de Lóscaras. A mi izquierda, la familia de Lósculos, en el frente se sientan los Caráculos, si no hay consenso actúan ellos. Procedamos pues, ¡que entren los Senadores!. Y entraron Lóscaras y Lósculos.

    ¬Escogeré a cuatro de cada lado. Ellos te interrogarán.

    Seleccionó de entre Lóscaras: a Caracátula, Caracatón, Caralígula y Caráplaton. De la parte izquierda, de Lósculos escogió: a Culóplano, Culorón, Culócara y Culórado.

    ¬Por si sus nombres te intrigan, te explicaré de dónde provienen cada una de las familias:

    El nombre de estas familias, procede de los días en que las tierras se disputaban a vida o muerte. Era tan sencillo como echar una moneda al aire, y elegir cara o culo. El ganador incrementaba su hacienda, el perdedor, lo perdía todo. Siempre le quedaba el consuelo de poder servir a su derrotador. Si no lo aceptaba así, tenía que empezar de nuevo, desde abajo, pasando de ser un vulgar Mandalandinga, a Pícaro Pendenciero, Criado del porquero, Viejo del Buen Ruego y Justiciero. Pues bien, ocurrió algo increíble en uno de esos duelos, sucedió, que echada la moneda al aire, ya cada uno elegida su opción, quedó la moneda sobre la mesa y no hubo vencido ni vencedor. Aunque parezca mentira, de lado la moneda cayó, desafiando las leyes de la física, que ni tan siquiera la madera receló, quedando todos pasmados, ante lo inaudito del reto y de la situación.

    Se creó un gran dilema, mostraba su cara y culo a cada uno la moneda. Se ofertó a los asistentes poder solucionar el problema. Levantaron la mano. Era ¨Púlido¨, conocido matemático, y dijo: ¨Señores, ya lo estaba estudiando de lejos¨, y ahora de más cerca, me confirma la idea, escuchen el consejo:

    ¨Los dos son ganadores, los dos son perdedores¨. No hay ganadores ni vencidos. Quien haya elegido cara, si hacia él queda la misma, se considerará ganador. Lo mismo sucederá a quien haya elegido culo, y esto sucede, tanto si la opción es cara gana, culo pierde, como cara pierde, culo gana. Así lo aceptaron y disolvieron la reunión... Consolándose, reían los dos: ¨Es mejor quedarse con lo puesto, que querer ganar, y perder hasta el resto¨.

    Se fueron contentos y raudos, dando las gracias a Púlido, a quien tomaron por sabio. De ahí vienen Lóscaras, Lósculos, y Caráculos. ¡Sigamos pues Senadores! -dijo el Rey-

    Hablaron entre ellos y acordaron elegir a Carádemos para hacer la pregunta.

    ¬Siempre me toca a mí dar la cara -se quejó-. Podíais elegir a Culoáteo, o a Culófeo, también a Carácara, a Culótoca o a Culosé.

    ¬¡Silencio... ¿qué es esto?! ¡Carádemos!, ¡demos la cara!.

    Hablaron de nuevo entre ellos, y dijo Carádemos:

    ¬Ésta es la pregunta Señor.

    ¬Adelante, adelante, prosigamos -dijo el Rey-, os escucha el iluso y pretendiente a retador varonil.

    ¬¿Qué forma tiene el Planeta?, ¡si es que saberlo podéis!

    Quedé un poco espantado, pues semejante pregunta, tan tonta y tan fácil, algo debía esconder.

    ¬Bien, pues... en los tiempos de donde yo vengo, se alzaron voces sobre ese hecho. Todos tuvieron razón, cada uno al hecho algo añadió, añadiendo nuevas teorías al hecho, que mostraba la ciencia, sin despreciar el hecho primero y laborando en el hecho a conciencia. Éste fue el hecho. La primera voz dijo: el Planeta no es plano sino redondo. Sí, sí -aplaudieron Senado y las gentes-. La segunda voz: el Planeta además de no ser plano, sino redondo, se mueve y traslada. Sí, sí -aplausos de nuevo en el Senado y las gradas. La tercera voz: el Planeta es redondo, se mueve, traslada, gira y rota. ¡Eso es!, sí, sí -plena euforia, algarabía-.

    [SIZE=3]¬¡Y yo os digo! -proseguí- que la Tierra no es plana ni redonda, ni se mueve, ni traslada, ni gira, ni rota. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]Quedaron mudos, Lóscaras y Lósculos, se quedaron con cara de los ausentes, los Caráculos. ¬La Tierra -proseguí- es como el polvo de la Tierra, que va y viene. ¡La Tierra, es la tierra!, el Planeta es otra cosa... es, como una pelota impulsada por pie de niño travieso, que va hacia el frente o hacia atrás, según desde donde se observe el vuelo. Puede girar a la diestra o hacerlo a la siniestra, según el empuje, según el efecto. Unas veces va a parar a otro pie, otras el rumbo es incierto, como barco sin vela, como bote sin remo. Otras veces es parada por el Arquero, algunos hombres lo llaman Metaguarda o Guardameta, otros, Cancerbero. El momento más peligroso, es cuando queda la esfera en el aire, sin ser impulsada, mientras llega el que le dé la patada, o puntapié, pues otro adelantarse puede y mandar la bolita a la red. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]Se armó gran escándalo. Dijo el Senado: [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡Pero, ¿de qué Planeta estás hablando?! [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡De la Tierra! -respondí-. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]De nuevo el jaleo. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡Está loco!, ¡ya no hablamos!. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡A lo hecho pecho! [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬El Senado se calla, dijo el Rey- ¡tomo el poder! -prosiguió- [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬Eso que tú llamas Tierra, es aquél... -señaló con la palma-, ese punto distante, en el cielo infinito, lucero brillante, pequeño y rojizo. [/SIZE][FONT=Verdana][SIZE=3]¡Confundes la Tierra con Marte!, nuestro planeta. Su propio nombre lo indica: La Luna Lunes, nuestro Planeta Marte Martes, Mercurio Miércoles, Júpiter Jueves, Neptuno Viernes, Saturno Sábado, la Tierra Salutrón. Has contestado muy bien a Lóscaras y Lósculos, no tengo en cuenta el error. ¡Que siga el debate!, se reanuda la sesión. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡Que vengan los diez sabios más resabios del reino!. Que se acerquen hacia el centro. ¡Que entren los Caráculos!, [/SIZE]
    [FONT=Verdana][SIZE=3]que cada uno diga un proverbio, una frase elegante, un ingenio, si la tuya es mejor que la de ellos, serás el veraz, será evidente, así podré escoger, no de oídas, sino personalmente. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]Cada uno recitó su estribillo, ya iban nueve, a mi lado el diez. En primera persona no quería ver el evento, aún no podía entrar al convento, de lejos queríalo ver. Su turno tocó al número diez, dijo éste: [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬No sé... no sé... Le eché una mano, le dije muy bajo: ¨Eso dice el creyente para refugiarse en su creer¨, le ayudé. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¿Seguro que eso es tuyo? -preguntó el Rey-. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬Sí, sí, lo aseguro, respondió. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬Lo dudo -dijo el Rey-. ¡Que salga el retador!, -advirtió el Rey blandiendo su espada, creyendo Caráculo, al apuntador escondido tras túnica blanca- Escogiste mal el trueque, que el retador salga y diga cuántas rectas hay en un punto, pues a ese ya lo conozco, y no hace ni ¨O¨ con canuto. Y si tarda en salir, demostraré en el cuerpo de éste, las rectas que mi espada puede abrir, en el punto que el escogiere. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡Aquí estoy Señor!, suelte al pelele. Quedó el Rey pensativo... y preguntó: [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¿No será ¨pelele¨ un insulto?, que aunque un poco torpe, es hombre sabio, es un Caráculo -prosiguió-, he oído de tu ingenio, también de tu argucia, veremos si estás a la altura, ¡te reta el Rey!, grande es el premio, la prueba… es dura. Te espero mañana, ¡al amanecer!. ¡Que le den blanda cama y bella mujer! [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡Dura la quiero! -respondí-. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡Y yo también!, je,je,je -dijo el Rey-. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬En cuanto a hembra, hembra no quiero, lo que quiero... señalé con el dedo. [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬¡Que le den de comer! ¡que le den!... ¡mañana, al amanecer!, ¿creo que eso ya lo he dicho ¨Denantes¨? [/SIZE]

    [FONT=Verdana][SIZE=3]¬Así sea y así es, contesté, también, así fue ¨Denspués¨[/SIZE]


    [CENTER][SIZE=3][COLOR=darkorange]***[/COLOR][/SIZE][/CENTER]


    [LEFT][COLOR=dimgray]Un saludo[/COLOR][/LEFT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]
     
    #1
    Última modificación: 2 de Junio de 2009

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