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El ritual

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por necros73, 19 de Mayo de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 850

  1. necros73

    necros73 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    El Ritual



    Siempre el mismo ritual, enciende un cerillo y lentamente lo acerca a cada una de las 10 veladoras del escritorio, las del nombre tallado en la cera.
    Acto seguido descorre las cortinas esperando a que el cielo le muestre la primera estrella; al verla una débil sonrisa se dibuja en su cara, mecánicamente abre el primer cajón del lado derecho, del cual extrae un sobre, una carta, la coloca ceremoniosamente entre las veladoras y la contempla, como asegurándose de ser él el destinatario de la carta. ¿ Cuánto hace ya que realiza este rito?
    Todas las noches puntualmente desde hace un año, solemne, sin prisa ni tedio.
    Del sobre extrae 3 hojas escritas con tinta azul, arrugadas, desgastadas de tanto leerlas, de tantas lágrimas sobre sus líneas vertidas.
    Comienza a leer en voz baja, aunque podría hacerlo sin necesidad de la carta pues su memoria conserva inalterable el texto, aunque fervientemente espera que de un día para otro lo escrito se transforme o se desdibuje y las líneas del destino sean nuevamente trazadas para él, deseando que donde se lee “adiós” pudiera leerse “bienvenido”, donde dice “te amaba” dijera “te amo”, pero no, nada ha cambiado, la carta sigue siendo una despedida, un adiós sin retorno.
    Del mismo cajón saca cuatro objetos más, un vaso de vidrio, una botella de whisky, una foto a blanco y negro y un paño rojo que oculta una figura pesada en su interior.
    Coloca el vaso y la botella frente a él, se sirve medio vaso, después recarga en la botella semivacía la foto y alzando el vaso murmura:
    - Salud, mi amor.
    Le dice a la foto a la vez que se lleva el vaso a los labios, el calor que le produce el whisky al bajar por su garganta y expandirse por todo su cuerpo le devuelve el coraje perdido, consulta su reloj, observa la hora, comprueba con tristeza que se acerca ese instante que ha temido desde hace un año, vuelve sus ojos al cielo estrellado, una lágrima nace en su ojo izquierdo y rueda por su rostro demacrado.
    - ¿ Porqué? ¿Porqué?
    Musita mientras se vuelve a servir otro trago, apura el contenido, se estremece por el fiero contacto del alcohol en sus labios, vuelve a ver el reloj:
    - Ha llegado el momento.
    Sus manos tiemblan, la izquierda toma la foto y la observa detenidamente, con la derecha saca del paño una pistola 22, sin pensarlo, arrebatado por el dolor, se la lleva a la sien y dispara.
    Un minuto exacto tenía de haber iniciado la boda de Ella.
     
    #1

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