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El sabor de la humildad.. cuento

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Lilishka, 21 de Mayo de 2013. Respuestas: 2 | Visitas: 752

  1. Lilishka

    Lilishka Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    7 de Mayo de 2013
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    Era una linda mañana, diferente a las demás; el cielo limpio, el aire fresco y el sonido de las aves parecía más fuerte que días atrás. Todo era casi perfecto, el clima que muchos codiciarían, la vista hacia los campos desde la casa de María, un pequeño arrollo que corría de lado y la ciudad que a unos cuantos kilómetros de su casa estaba. Era un día… simplemente lindo.

    Esa mañana María tendría que hacer la rutina de todos los días, levantarse muy temprano, moler el trigo, preparar la masa y hornear sus panes con los que ella y su hijo de brazos salían adelante. Sin duda alguna eran los más pobres de la ciudad, ella carecía de zapatos limpios como la demás gente por lo que sus pies nunca vestían nada. Su ropa era muy humilde, su casa, su peinado, su hijo, incluso sus panes, pero tal vez haya sido precisamente el sabor de la humildad lo que le daba aquel aroma y aquel placer al paladar de todos aquellos que probaban esos deliciosos panecitos.

    Esa mañana el hijo de maría comenzó a llorar tan fuerte, que ni siquiera imaginaba a qué se podía deber el llanto de su pequeño Manuel, hacía apenas un par de horas lo había alimentado con sus pechos y cambiado de pañal, no era hora de que pidiera comida ni tuviera una necesidad que atender, así que María extrañada fue a ver a su hijo.
    Al llegar a el y tocarlo, notó que ardía en fiebre, corrió rápido por unos trapos mojados y los colocó en su frente, pero al transcurrir unos cuantos minutos parecía que empeoraba. María pensó en el doctor del pueblo, pero aún no había vendido nada y no le había dado tiempo de empezar a hornear los panes, sin dinero para pagar y sin nada de valor para dar a cambio, María se sentía muy desesperada.
    Sin embargo, recordó que hace dos días no terminó de vender los panes porqué había comenzado a llover y se tuvo que regresar con Manuel a su hogar para no pasar frio y no mojarse. Pensó en sacar los panes de donde los había guardado e intentar venderlos. Sus panes no se echaban a perder ni se hacían duros tan pronto, así que tomó a su hijo, y salió a venderlos para llevarlo al doctor.
    Ya había tocado varias casas, pero nadie le compraba, María era muy honrada y honesta, y ella aclaraba que sus panes no eran recién horneados sino de dos días atrás y la gente no le quería comprar pues pensaban que no tendrían el mismo sabor.

    Cansada ya María llegó a donde el doctor con su hijo en brazos guardando la esperanza de que le permitiera pagar la consulta otro día. Al Llegar, ya había gente esperando la atención medica, María se sentó, dejó sus panes en el suelo, y abrazó mas a su hijo, había sido un camino largo y sus pies descalzos necesitaban descansar.
    En la banca donde esperaba, había dos personas, las dos representaban a la clase social mas alta de la ciudad: “el joven Ricardo” un engreído y presumido muchacho que disfrutaba a las costillas de sus padres y una joven señorita que lo acompañaba.
    María que representaba a la clase más baja, siempre mirando al suelo y con su niño en los brazos como si se sintiera menos, o como si la presencia de esas personas la hicieran sentir así. Ella tenía miedo por su hijo y se sentía incómoda por las personas que ahí estaban, sin embargo, se armó de valor y con la vista en el piso se levanto y comenzó a ofrecer sus panes a esas dos personas, todo con tal de sacar unos cuantos pesos para pagar o dar un abono al doctor, “El joven Ricardo” con gesto de asco se burlo de ella y de sus panes:

    - Como se atreve a ofrecerme ese tipo de alimento que no está a mi altura, ni siquiera sé si están hechos higiénicamente, o de qué calidad sea los ingredientes.

    María se sintió mal, pero había que hacer el intento, a la señorita que venía con el joven Ricardo ni siquiera le ofreció, pues también se había burlado de ella junto con el. Pronto llego otra persona; el pintor de la ciudad “Don Saúl” un señor de clase media algo serio y reservado, María también le ofreció de sus panes, Don Saúl nunca le había comprado era un señor muy tacaño demasiado ahorrativo, y a pesar de ser de clase media no se daba uno que otro lujito.

    - No gracias señora, solo traigo el dinero exacto para mi consulta médica.

    Ella suspiró y tomó nuevamente asiento. A los pocos minutos llegó una señora que nunca se había dejado ver por esos lados, traía a un niño travieso que rápido se acomodó a lado de María y que no dejaba de ver por la ventana.
    María le ofreció comprar uno de sus panes.

    - No gracias señora.

    Fue todo lo que dijo, pero ella comprendía que su aspecto humilde había influido mucho.
    En fín, ya solo esperaba su turno para hablar con el doctor, pero ocurrió algo muy curioso, aquel niño travieso que miraba por la ventana se le ocurrió abrir sin permiso de nadie la bolsa que contenía los panes y tomó uno.

    - Mmmmmmm! Mamí esto está riquísimo Mmmmmmm, prueba!

    A pesar de que había sido de dos días atrás, el pan conservaba ese olor que lo hacía irresistible, la madre no pudo contenerse y al probar el pan, pidió 2 más, “Don Saúl” se olvido de su egoísmo tacañería y pidió uno, pero al probarlo pidió 5 para llevar. Los jóvenes ricos, tampoco se pudieron resistir ante ese olor, y pidieron uno para los dos, y al probarlos, le compraron los 10 restantes a María.
    Comieron como si el rico hubiera comido caviar, como si el pintor hubiera comido unos buenos y baratos chilaquiles, la fuereña comió como si estuviera en casa, y el niño comió como siempre, con el sabor de la humildad y la sencillez que todos los niños cargan y que en ocasiones hacen que las demás personas se olviden del egoísmo, la presunción, la desconfianza y prueben un poco de humildad.
    María tubo la consulta para su hijo, y también centavos de sobra para comprar harina, trigo y leña para sus panes.[​IMG]

    "EL CAMION" pintura realizada por FRIDA KALhO EN 1929 DE DONDE ME BASE PARA ESCRIBIR ESTE CUENTO
     
    #1
  2. Principe Negro

    Principe Negro Todas mis mentes estan retorcidas.

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    Interesante ejercicio. Me parece que jamás asisten a un mismo servicio médico las tres clases ...ohm, espera a veces sí, normalmente no. Me gustó tu relato, pero, puede mejorar el lenguaje, debes aprovechar que, en narrativa, puedes explayarte y enriquecer tus descripciones, te propongo que hagas uso de un lenguaje más literario para vestir tus historias. Usa los recursos del lenguaje poético para tus narrativas. Pasa del lenguaje llano de :"una linda mañana..." a mostrarme a mi lector, esa mañana, con todos los sentidos. A que huele, sabe, se escucha, se ve ... la mañana. Bueno un placer leerte un fuerte abrazo! Aplausos y estrellitas!
     
    #2
  3. skyfrit

    skyfrit Poeta recién llegado

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    27 de Abril de 2013
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    ¡Precioso! Lilishka. Lindo cuento querida amiga, nos deja
    un sabor de boca muy dulce. Maravillosamente bién narrado
    para mi gusto. Repite por favor para que nos deleitemos con
    tus creaciones. Un beso.
    ¡ah!, hasle caso a Principe Negro también. Chao.


     
    #3

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