El sacrificio de Ngo Ukembe

Llega el bicéfalo henchido de muerte.
Vórtices negros sus fauces de limo,
ojos de sierpe,
muecas que encierran abismos.
Lanza un hechizo, y la vida se esconde.
Muerde la carne, le masca el flogisto
mientras destila estramonio y cicuta.
Largos cuchillos
surcan mis lagos de aullidos y sangre.
Llega un silencio infinito.
Sombras filosas me comen la luz,
junto a aquel gélido amigo,
quien me lanzara a este mundo grotesco
desde el extremo inicial de mi excidio.
Toma mi mano y me arranca del ara.
Como un exangüe guiñapo, ya expiro.​

 

No descifro si es un poema en honor a Orto... O le dices a alguien que se portó como el orto ( ), consumiendo lo poco que quedaba de ti cuando le diste la mano...

Como sea te has lucido entre mitología y vocabulario...

Saludos, Guss!

 

Jajaja! Nahhh...que va. Fue simplemente el "yo testigo" de un sacrificio de magia negra. Lo achuran al morocho, eso es todo. Un gusto que hayas visitado este poema de ritmo generalmente no muy deseado en sus versos (dactiloide).
Un gran saludo
Gus

 

Agradables versos de fantasía.
Un placer.
Saludos cordiales.

 

Muchas gracias por pasar, poeta!

Abrazos,

Gus

 

Canto de agonía. La victima vive su último instante de vida expresándose con altisonancia.

 

Gracias, estimado, por su lectura.
Un gran saludo,
Gus