El ser humano

El ser humano, cada quien es un mundo diferente unos con sensibilidad y otros carentes de ella, luchando por un bien propio y otros por un bien común.
Si cada uno que es un ser diferente, viera a otros y tomara de ellos ejemplos sensibles para aplicarlos a la propia vida sería para todos fácil comprender y la cruz que se lleva seria menos pesada, pues se sacan fuerzas de alma misma y cada uno es realmente quien quiere ser. Aquí no hay excusas soy así por esto aquello es algo erróneo el pensar así, pues nosotros como padres queremos que ustedes los hijos sean mejores que nosotros, son semilla nueva que empieza a vivir y caja uno un mundo diferente de realidades que enfrentamos, metas nuevas que alcanzar, manteniendo la dignidad y originalidad uno mismo, sin mascaras sin miedos y con mucho ímpetu para lograrlo.
Porque no es humano ver tanta falta de todo y permanecer inerte frente a eso, el mundo no cambiara si cada uno no lo hace, si no es un mundo diferente con expectativas, espontaneidad, optimismo, resignación, medida y sacrificio aceptable por voluntad y no por mandato. Uno hace lo que desea hacer, pero en ese deseo se observa realidad razón y responsabilidad que nos llevara a una adecuada madurez de acuerdo a la edad de cada ser humano.
Muchas veces nos preguntamos dónde está el varadero sentido de la vida?, y teniendo la respuesta dentro de nosotros mismos no somos capaces de hallarla, pues el verdadero sentido es descubrir nuestra vocación encaminada a través de ello a servir a todo ser humano.
Pues lo que parte de lo verdadero es indudablemente original y propio.
Si el ser humano se dispusiera hacer un poco más consciente, entendiendo el verdadero sentido de la sabiduría, quizás entonces se resolverían los problemas o serian más loables de llevarlas. Pero lo que no se puede mantener a pesar de lo que el ser humano significa, es la crueldad y maldad que habita en algunos de ellos...el porqué de estos malos sentimientos el placer propio sin importar el dolor ajeno.
Buscamos el porque de las cosas, él porque de nosotros si solo pensáramos cual es nuestra misión aquí entenderíamos cual es nuestra función.
Muchas veces queremos ocultar nuestro temor n lo oculto faltando a todo principio humano errando nuestro caminar aferrándonos a ello sin consideración a nadie, olvidando de donde parte nuestra alma y sensibilidad.
La vida no es propia, hay que vivirla según la razón y el corazón no dejando de lado el espíritu, exigiendo un cambio constante en nosotros, para bien propio y de nuestros futuros seguidores.

Jesús Elena Miranda Cajas (jessia)