El sillón

Ocupó el sillón, cómodo y en la zona soleada de la sala. Como siempre su hermana se sentó después y en la butaca rígida, alejada de la luz. Pero esta vez Laura parecía controlar la situación tras dar la carta a su hermano pequeño.

- Estaba entre sus papeles, en uno de sus cajones.

Javier comenzó a leerla, al principio con su aire habitual de desinterés, pero, al ritmo de los párrafos, cambió su gesto y su postura sobre el sillón.

- La letra es de mamá, no hay duda.

- Si, es de ella. - Ratificó Laura.

- No creí que pudiera ser tan apasionada y vehemente. – A Javier le costó mirar a su hermana.

- No besaba; ni a papá, solo a su hijo preferido. - Laura reprochó, sabiendo que no era justa.

- Vale, hermana, no empieces. Parece que mató esa ilusión al quedarse con nosotros. ¿Qué más quieres?

- Haber recibido un poco de lo que te dio y saber porqué te prefirió. - Espetó Laura.

 

Gracias
Cyrano

 

Los celos entre hermanos es algo tan natural como su apego y preocupación siempre pendiente uno del otro.

Es un bello relato para leer en una mañana tranquila.

Que tenga un gran día.

 

Gracias
Cyrano