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El Sultán

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Edouard, 19 de Octubre de 2016. Respuestas: 1 | Visitas: 392

  1. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
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    Género:
    Hombre
    En el aljibe de negro plomo un siervo de boca cosida cierra sus párpados fríos en señal de mortandad. Los musulmanes se lo llevan por las galerías subterráneas para luego trocearlo en el salón sanguinario del soberbio sultán. Cuando éste está harto de carne humana pide la sangre insana del muerto. Pero los médicos de la corte le dicen que le puede acarrear problemas de salud. Entonces, furibundo y desvariando, saca su enorme sable de la funda y decapita a uno de ellos. Los demás corren en desbandada. Dejándolo solo. A él, la víctima seccionada y un par de esbirros que ríen con la soberbia inconfundible de los inmortales. Cae la noche y el sultán duerme a los pies del reguero de sangre de su víctima. Y mojada su tez mate de moro le provoca una severa urticaria ante la cual le escuecen los ojos. Entonces, loco de remate se los arranca y, con un grito sordo, se desenfunda el arma y sus ropas galantes para atravesar su cuerpo en la picota de los desgraciados que nunca supieron amar.
     
    #1
    A homo-adictus le gusta esto.
  2. Edouard

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    homo-adictus, el sultán era muy testarudo. Ya los médicos le habían dicho que la sangre de un muerto era nociva para la salud. Y el muy vanidoso, al oír las advertencias no se le ocurrió otra cosa que decapitar a uno de ellos. Tuvo su justo merecido cuando quedó dormido en el charco sanguíneo y le produjo la urticaria, ante la cual sintió un picor punzante en los ojos que le llevaron a arrancárselos y luego desnudarse para empalarse en la picota. Atentamente Edouard.
     
    #2

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