El teatro

Dulce jardín de recuerdos y sueños se desmenuzan en esta escasa arena de tiempo, encarcelados pagan una condena actuando en una improvisada obra de teatro. Rueda La película y los payasos salen al coliseo, colmados de falsas sonrisas, enmascarados con tintes de mentiras, pues sus palabras son solo un acto lleno de falsas promesas y pretensiones incorrectas
Son payasos o ingenuos dementes, enfrascados en sus frustrados sueños egoístas e impacientes, siempre hipócritas. Trastornados por su ambición de poseer siempre la razón, la ansiedad de hacer creer que el mundo es como ellos lo ven y el resto de opiniones no tienen validez son banalidades sin razón de ser pero lastimosamente estoy bajo los hilos de sus ambiciones resignado a actuar, un títere obligado, opacando el color de los deseos
Aquí continúo actuando en esta obra, en esta función que me lastima el corazón, en la que trabajo por una buena razón que enceguece mi visión, aferrándome al papel que decidí escoger esperando una paciencia celestial; Aguardando que el nudo de la historia se acelere y de un giro inesperado uno que quizá nunca había planeado
El acto no se detiene sigo siendo la marioneta de la función injusta, reo de los caprichos del maldito titiritero pobre muñeco de trapo vacio lleno de ilusiones y esperanzas, nada es para siempre me repito una y mil veces.
Me gustaría poder gritar, cortarme los hilos que me sostienen, quitarme las cadenas que me detienen, aquellas que me impiden correr tras mis sueños más anhelados pero tan solo quedan fríos , congelados e inmóviles permanecen esperando a que el destino me otorgue el momento perfecto y no el que yo creo correcto.
La función nunca acaba es una función de 24 horas es un infierno de depresión y frustración uno en el que solo queda la resignación de que todo puede ser peor. Dejando solo el velo de la esperanza, aguantar los malos tiempos, resistir por un mañana mejor para vivir [/CENTER][/CENTER]