El temblor del viento

Y tu alegoría se volvió otra vez, tan sensacional,
que tu efigie se transformo, hasta tal punto mirífica,
que podría estimar, que la vida no me podría
conmover mas.

Esa fina lluvia de verano, sobre nuestras caras.
Verte acercándote, como una poesía.
Y todo se engarza;
la concordancia de los planetas,
las rosas de púrpura y un añadido más:
El ver los destellos de las estrellas, cayendo
en los rayos de tus cabellos.

Ese reflejo plateado de la luna
iluminando nuestras caras tan pálidas,
que son como copos de nieve, de lo más
grande que existe del amor, la Navidad.

Las grutas son galerías de duendes, de todas maneras,
y debo suponer que caminando contigo, aún por la calle 13,
aletean las dríadas...

 

Me paseo nuevamente por sus versos poeta,
aquí y alla me gustan

Abrazos de colores,

 

ya me parecías tan familiar...
y yo que estaba intentando ocultar las pistas. Je.

Gracias por tu saludo y posterior comentario
Hola Guadalupe
un verdadero placer !