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El Territorio

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Edouard, 1 de Febrero de 2017. Respuestas: 1 | Visitas: 504

  1. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
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    Género:
    Hombre
    La espada del rey clavada en tierra firme. Señal inequívoca del derrocamiento de una dinastía degenerada y mancillada por los amoríos impuros de una infanta con el demonio traidor de un noble avaricioso pero opulento. Sólo pensando en sí mismo para hacerse con las propiedades numerosas del oro y los castillos. Que duermen bajo el frío glacial de una tormentosa noche de invierno. Pero el destino, ese engranaje despiadado que sabe poner cada existencia en el lugar que le corresponde, infunde un sueño profético en el paje del desdichado monarca. Ni más ni menos que una visión onírica donde un joven demacrado recoge en pleno julio la cosecha de todo un año. La amontona en el cálido granero del Imperio y, al día siguiente, yace podrida y atestada de tábanos. El fiel servidor calla tal lúgubre espejismo de imágenes agolpadas en su joven sesera. Pero eso es traición. Su condescendencia ha de llevar irremediablemente a la ruina total y a la flagrante división despiadada del ya caído en ruinas territorio anglosajón.
     
    #1
    A homo-adictus le gusta esto.
  2. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

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    homo-adictus, tal debacle del imperio anglosajón dormía en los sueños proféticos que un individuo sin alcurnia, pero anexo al rey, había tenido en su mollera. A pesar del himeneo maldito de la hija del monarca con un noble que sólo se preocupaba por amasar riquezas, aunque ya lo poseía casi todo, tal relampagueo de formas oníricas señalaban la detestable pérdida de abundancia en alimentos y en dirección de un estado que sólo se podría haber salvado si saliesen las santas revelaciones de la boca inocente del paje. Pero parece ser que éste, o se durmió en los laureles o tuvo miedo sagrado ante un velo destupido del destino, en forma de figura délfica que tanto le haría pensar. Pero cayó en la indolencia ante un reino que ya estaba sentenciado por la ausencia de una fuerza varonil que suplantase a un magistrado caduco y degenerado. Atentamente Edouard.
     
    #2

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