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El tren del horror

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por JimmyShibaru, 26 de Diciembre de 2024. Respuestas: 2 | Visitas: 115

  1. JimmyShibaru

    JimmyShibaru Poeta recién llegado

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    Aquel día era uno como cualquier otro, con la rutina de coger el tren a medianoche. Me dirigí a la estación, perdiendo justo el tren anterior. Esperé paciente, sentado en un banco frío y desgastado. Un tren apareció entre un humo espeso que, hasta hacía un momento, no estaba allí. Me pareció extraño, pero lo atribuí al cansancio.

    Las puertas se abrieron, pero no salió nadie. No quería perder ese tren. Entré lo más rápido que pude, sin perder tiempo. Las puertas se cerraron de golpe, con un estruendo que me hizo dar un pequeño salto. Miré a mi alrededor y vi a los pasajeros: personas con aspecto corriente, pero con expresiones profundamente tristes. La mayoría tendría entre cuarenta y cincuenta años. Algunos dejaban ver arrugas y cabellos grises que reflejaban vidas gastadas.

    Una niña vestía un traje de revisor hecho a medida. Sus ojos, completamente blancos, contrastaban con su amplia sonrisa. Me senté sin darle demasiada importancia, aunque algo en mi interior me decía que iba a ser una noche rara, muy rara.

    El tren seguía avanzando, sin detenerse. Saqué mi teléfono para ver la hora, pero los números cambiaban a una velocidad absurda, imposibles de leer. Me quedé mirando la pantalla por un momento, incrédulo. Guardé el teléfono en el bolsillo de mi chaqueta americana, nervioso. Traté de distraerme alisando las arrugas de mi pantalón a juego, pero una sensación de inquietud se apoderaba de mí.

    El tren no se detenía. No tenía intención de parar. Me levanté, buscando respuestas, mientras algunos pasajeros me miraban con sus expresiones inalterables, como si esperaran algo de mí.



    La niña se me acercó en silencio y me entregó un billete de tren. Lo tomó de un bolsillo diminuto de su traje de revisor. Después, se alejó sin decir una palabra, como si nunca hubiera estado allí. Miré el billete por un momento, pero no había nada escrito en él.

    Necesitaba saber qué estaba pasando. Sentía que estaba perdiendo la cordura. Con un nudo en el estómago, abrí la puerta hacia el siguiente vagón. Todo estaba oscuro. Solo las luces externas del tren iluminaban parpadeantes algunos rincones, dejando el resto en penumbras. Me adentré, con pasos vacilantes.

    De repente, sentí cómo unos dedos fríos y viscosos rozaban mi brazo derecho. Aparté el brazo de inmediato, con un sobresalto que me hizo casi tropezar. “Tranquilo”, me dije a mí mismo, aunque mi respiración era cada vez más rápida.

    Seguí caminando, pero el vagón parecía interminable, como si nunca fuera a llegar al final. Me detuve en seco. Miré a mi alrededor, pero la oscuridad me envolvía como una tela densa. Fue entonces cuando escuché el eco de unas pisadas frente a mí. Se acercaban. Rápidamente, apoyé el pie derecho, preparado para correr si era necesario.

    De entre las sombras apareció algo que me heló la sangre: un demonio. Su piel era negra y brillante, como si estuviera cubierta de un líquido viscoso que goteaba al suelo. Sus ojos eran dos pozos de vacío, y su respiración hacía vibrar el aire como si todo el vagón se estuviera hundiendo en una pesadilla. Me quedé inmóvil, sin saber si gritar o rogar por mi vida, mientras la criatura avanzaba mirándome fijamente.

    De repente, el instinto me dominó. Salí corriendo hacia el vagón anterior, sin mirar atrás. Mi corazón latía con fuerza, como si fuera a estallar. Pero cuando llegué, me encontré con algo peor: los pasajeros habían desaparecido. La niña también.

    El silencio era absoluto, solo roto por mi respiración entrecortada. Sentí que el pecho me ardía y me llevé la mano al corazón, como si pudiera arrancar los latidos que me quemaban. Fue entonces cuando un golpe seco sacudió el tren. Todo se detuvo.

    Un instante después, abrí los ojos. Estaba en el banco de la estación, temblando. No había tren, ni humo, ni pasajeros. Solo el frío nocturno y el eco lejano del viento entre las vías vacías.
     
    #1
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  2. Alde

    Alde Miembro del Jurado/Amante apasionado Miembro del Equipo Miembro del JURADO DE LA MUSA

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    Una verdadera historia que mantuvo en tensión en todo momento.
    Felices fiestas.

    Saludos
     
    #2
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  3. AnonimamenteYo

    AnonimamenteYo Poeta fiel al portal

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    una atmósfera intrigante
    la niña y el tren misterioso aportan un aire de misterio me mantuvieron enganchado
    :)
     
    #3
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