1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

El triunvirato

Tema en 'Prosa: Obra maestra' comenzado por nrrvrivera, 31 de Julio de 2022. Respuestas: 0 | Visitas: 255

  1. nrrvrivera

    nrrvrivera Por unos instantes tocaré tu alma

    Se incorporó:
    16 de Mayo de 2014
    Mensajes:
    115
    Me gusta recibidos:
    44
    Género:
    Hombre
    El triunvirato

    Era una sensación horrible para ellos, estaban completamente aislados, se había cerrado su única ventana a lo sensorial, a las emociones, a las ideas…; ya no existía el mundo, por lo menos, no para ellos, solo se tenían uno al otro y nada más.


    Hasta hace un efímero instante fueron un eficiente triunvirato: “Jun”, “Ka” y “Oox”. Habían estado juntos toda una vida y habían aprendido a ser uno solo. De hecho, para todo lo exterior eran uno solo. Pero hoy se había fracturado esa trinidad, Oox había dejado de existir. Él era la comunicación con el mundo, Oox era el que percibía lo sensorial, el que soportaba el dolor físico, el que escuchaba la música y veía los atardeceres, el que olía la fragancia de las flores, el que disfrutaba físicamente los orgasmos, el que cantaba, el que recitaba… En cambio, Ka era el que disfrutaba el atardecer mientras Oox lo observaba, era el que se entristecía, el que se alegraba; el que ardía en enojo; de hecho, era quien, hacia reír, llorar, enojar a Oox, y algunas veces era quien le hacía hablar o actuar. Jun era el pensamiento, no sentía emociones, evaluaba las cosas fríamente, y por lo general, era quien le decía a Oox que es lo que tenía que decir y hacer.


    Pero ahora sin Oox estaban perdidos, Ka no podría alegrarse, no podría entristecerse, no podría sentir… O quizá sí podría hacerlo, de hecho, sintió tristeza cuando tomó conciencia de la muerte de Oox, y ahora comenzaba a sentir angustia, esa angustia nacía, probablemente, porque Jun se había dado cuenta que no podría recibir ideas provenientes de otras personas, de libros; del mundo exterior. Las únicas nuevas ideas solo serían las que él podría crear en base a los recuerdos.


    Para el mundo exterior Oox había sido uno solo. Pero en realidad era una especie de títere animado, sin emoción ni pensamiento. Al principio, en los primeros años de Oxx, cuando la emoción era muy fuerte Ka tomaba irremediablemente el control, Jun no era capaz de detenerlo. Pero con los años Jun aprendió a detener a Oxx, y por lo general lo conseguía; de lo contrario muchas veces se habrían metido en problemas, aunque otras veces no se habrían logrado cosas, si Oxx no hubiera actuado sin el consentimiento de Jun y se hubiera dejado seducir por las emociones de Ka.


    Por los recuerdos, Jun sabía lo que habría de pasar; velarían a Oox, luego el entierro, y finalmente lo arroparían con alfombra de tierra, hasta que poco a poco el tiempo lo disolviera…


    Jun comenzó a cuestionarse que pasaría con él y con Ka, eso no lo sabía, pues no estaba en sus recuerdos.


    El tiempo se había detenido o quizá había dejado de tener sentido. Jun pensó que mientras siguiera pensando seguiría existiendo, pero ¿qué pasaría con Ka?, si, ya no podría recibir estímulos a través de los sentidos de Oxx. De repente se dio cuenta que en lo que él había estado analizando, Ka ya no estaba, su luz casi se extinguía… Se le ocurrió entonces recordar momentos alegres que habían vivido cuando estaba Oxx, ¡y si funcionó!, Ka se iluminó de nuevo, por lo menos al principio.


    Jun empezó a dar vida a todo tipo de recuerdos que pudieran sostener la existencia de Ka: alegres, tristes, tenebrosos, amorosos… Y luego que se le acabaron los recuerdos, los volvió a repetir una y otra vez, pero hubo un momento en que ya no hacían mella en Ka, su luz, poco a poco, se fue extinguiendo, hasta que exhaló el último suspiro, como un reloj que se quedó sin tiempo.


    Jun deseó poder sentir algo por la partida de Ka, pero no podía hacerlo, él no podía sentir... Ahora solo quedaba él, sumergido en el más negro y vacío silencio, prisionero del más diminuto infinito. Creía… que mientras siguiera pensando…, él, seguiría existiendo…
     
    #1

Comparte esta página