El vagabundo

- Ojos indiferentes se visten de arrugas, destripan los cielos, se agrupan
en una esquina del mundo para verlo desde el mismo punto ciego, la calle es juez de sus propios delitos muchacho, suscita tristeza, la indomable calle, el territorio del viento, sus problemas no son
de nadie mientras perjudique a lo ajeno, a sus pies los débiles se alcoholizan, el escaparate del parque, sin luz, vende frío, todo se compra
muchacho, los cajeros acartonados huelen a basura, por el día más que por la noche, la boca del metro tiene su propio silencio, pero sobre todo
hay algo que me quedó muy claro muchacho...

Tras oírle, cogí mi bolsa y corrí sin mirar atrás hasta llegar a casa, bebí un trago de la primera botella que vi y decidí que debía borrar de mi mente sus palabras, la imagen de ese viejo me estaba torturando, nunca debí preguntarle nada.

 

Una buena reflexión, aunque parezca
perturbante, a veces ignoramos
ciertas cosas de la vida
de otros
abrazos
!Felices Fiestas!
Denn

 

Me pareció excelente tu relato. Imágenes cotidianas en todos los rincones del mundo. Saludos.

 

Gracias Denn, me alegra leer tu comentario, un abrazo


"Una buena reflexión, aunque parezca
perturbante, a veces ignoramos
ciertas cosas de la vida
de otros
abrazos
!Felices Fiestas!"
Denn

 

Gracias por leer y comentarlo Antonio, saludos

 

Sabias tus letras, aveces es mejor ignorar y no preguntar tante jajajABRAZOS