El vampiro ingles.

Esta vez, hablare de un sueño, mi sueño. Todos o quizás muchos, hemos ansiado soñar con nuestros amores y manipularlos a nuestro antojo. Pueden ser esos amores prohibidos, inexistente o ya muertos. El sueño eterno sólo puede verse interrumpido por el recuerdo. Una noche, observando una película esto fue lo que desee soñar, quizás un sueño lúcido.
Desperté en medio de un cielo gris y turbio. A mi lado, un joven u hombre, cuya vestimenta rompía el esquema del paisaje que me rodeaba. En ese momento comprendí que, yo, era un caído en batalla y él me tendía la mano en señal de alianza, quizás de ayuda. Rápidamente tomé su mano por lo que me ayudó a escapar de tal lugar tan macabro, eso sí, sin una palabra salida de mi boca o de la suya.
Entre árboles, la prisa prematura arrastraba mi cuerpo aún somnoliento; luego entre pequeñas olas de un lago y al fin, la casa comodamente tenebrosa. Enseguida, me tomé el atrevimiento de tomar una habitación por mia, ubicando mis pertenencias, para ello subí las escaleras en forma de semicírculo, cubiertas de terciopelo y llenas de aromas pintorescos como si de las indias se tratase. Este aposento era tan galante como el habitante y aún no conocía el nombre de esta bondadosa alma.
Después de los protocolos al ser yo una visita, seguí unas voces, las que me confirmaron la compañía de otras personas en aquella mansión. Caminé y observé estos rostros los cuales me eran conocidos y no estaba errado.En un vistazo noté a Percy y Mary Sheley además el doctor Pollidori. Aborde la estancia y salude con un gesto de nobleza a la compañía. Escuchando con detenimiento, comprendí de qué hablaban y, tomando una especie de elixir que me ofrecieron, tomé asiento. De un sorbo me dí cuenta qué estaba consumiendo, en evidencia era opio líquido.
A continuación, reanudaron su tertulia al calor de la chimenea la cual formaba una proyección tenebrosa de sus sombras. Empezaron una plática de objetos tenebrosos y alimañas que acechaban el alma del errante. Poco a poco mi visión fue delirando claro, producto del opio, y desfallecí. Nadie acudió a mi ayuda y pasando minutos tendido en las alfombras aterciopeladas, dormí de nuevo, dejando las historias inconclusas de mis acompañantes.
Volví a despertar, esta vez, estaba en una especie de avenida o almenos eso evidenciaba los carteles, me dije, es Inglaterra. Enseguida un grupo de personas me aturdió entre griteríos y un verdadero caos, estos seguían a un jovencito. Entonces, me decidí a seguirlos para descubrir cual era la razón de seguir a ese joven. Pasaron unos minutos de persecución y fue entonces cuando escuche un grito y seguido réplicas que decían:
-¡Vampiro!, ¡Se acerca el vampiro inglés!

Una premisa abarrotó mi mente y fue cuando supe a quién seguía. Apresuré mis pasos aun más, las calles se alargaban y perdía el sonido de las voces. Cada paso agujereaba, mi corazón, latía más fuerte, mi sangre burbujeaba, sabía que lo vería. Finalmente alcancé al vampiro inglés. Él estaba contiguo a unas escaleras, sereno, triste y silencioso, así como lo imagine al leer el relato, “Lara”. Como era de esperar, me sonrojé al verle en persona. No podía creerlo, el dueño de las letras que provocaban mis mayores deleites estaba ante mi persona. En fin, en toda la noche no movió un solo cabello para hacerse entre la muchedumbre sino que, tuvo que acontecer un conflicto que lo involucrase y de esta forma verse perturbado. Un hombre se acercó acusándolo de ser un impostor. Como consecuencia de ello, el vampiro tuvo una disputa que originó una amenaza de duelo. Era consecuente que, nadie en este pueblo lo conocía pues solo lo llamaban por su apodo. Guardó su serenidad en todo momento y no contesto nada sin la amabilidad que lo caracterizó en toda la noche.
Luego de este acto, volví a caer dejando de nuevo a mitad de la historia mi mente. Esos desmayos, entrecortaban los fragmentos de mi historia, como si fuese a propósito. Después de unos segundo, donde recapitule uno a uno los acontecimientos de las epifanías pasadas y luego fui sintiendo poco a poco el calor de la vida. Desperté, y enseguida vi de nuevo al vampiro, intenté hacer reverencia ante él pues estaba a vigilia de mi bienestar.[FONT=Arial]
[FONT=Arial]Trate de ponerme en pie y a consecuencia de ello un estruendo en mi cabeza como si una puerta se cerrara de forma brusca, desató un agudo quejido. Por causa de este ruido me percate que una flota de guerreros me observaban. Dentro lo que se podía observar a limitada vista, me ubicaba cerca de un puerto y nos dirigíamos a una embarcación. Entonces sin retrasar a mis aliados me puse en marcha. [FONT=Arial]
[FONT=Arial]Caminábamos en formación, el vampiro, daba el paso y tenía su singular paso que era un atributo de su deformidad en el pie. Los hombres balbuceaban algo al respecto y en lo cual yo husmee con curiosidad. Esto fue lo que escuche:[FONT=Arial]-Dicen que este tipo, con aspecto escuálido, siempre viaja con su doctor. No ha de tener buena salud para meritar de tal lujo.[FONT=Arial]-No, compañero, y no hay que esperar algo mejor de él.El rumor que trae el viento es claro y este, nuestro comandante, es un incestuoso por ello Dios lo ha castigado con tales malformaciones. ¡Que Dios se apiade de mi alma![FONT=Arial]
[FONT=Arial]Me estremecí ante tales calumnias pues, conocía sus pasos tales y como los había leído de su biógrafo. Y era evidente que, el tema de esta conversación, era de mi conocimiento y creía saber al pie de la letra lo que sucedería con su vida.[FONT=Arial]
[FONT=Arial]Volviendo mi narración hacia el camino de mis acompañantes, enfoque mi mirada hacia la derecha y observé que se encontraba una torre de la cual un hermoso canto exhumaba. Esto hizo que el vampiro decidiera entrar, acercóse hacia el balcón de la misma y empezó a dialogar. Fue entonces cuando a mi mismo me dije: - ¡Claro, si es Medora![FONT=Arial]Procedí a acercarme poco a poco y en una sonrisa oculte mi felicidad de verla pues no podía comunicar de forma explosiva ese sentimiento. Ella, tal como una pintura medieval, esbelta y misteriosa. No lo podía creer, estaba a unos escasos metros de su persona, podía ver su aliento y sentir su mirada. Sí, todo al revés como en la psicología.[FONT=Arial]
[FONT=Arial] Observando más de cerca, el vampiro hizo un gesto y se marchó mientras yo recordaba que su nombre, Medora, era el mismo que poseía su hija cuyo producto era el de su relación incestuosa y esta era la razón por la que se dirigió hacia ella. Al final de ello siguiendolo marché hacia las embarcaciones.[FONT=Arial]El olor a madera y a sal, la humedad y ese movimiento repetido hizo que perdiera de nuevo mi razonamiento haciéndome caer y por consecuencia perdí de nuevo mi conciencia.[FONT=Arial]Como repetición desperté, esta vez identifique una necrópolis pues estaba en un lugar frío, el eco casi imperceptible y sonidos que resaltan la soledad. Después de unos segundos escuché los pasos firmes de un hombre y su sombra se acerco a mi cuerpo. El ayudome a levantar y siguió su paso. Este hombre tenía su cabello lleno de plata, tenía esa imagen de alemán y en su chaqueta decía: J.W.V.G.[FONT=Arial]
[FONT=Arial]Casi que arrastrandome lo seguí. Dentro de sus ropas cargaba una flameante flor, fresca y vivaz. Desde que lo empecé a seguir no me reclamo y llegó a una lápida, depósito la flor y marchó. Yo, como acto seguido, me acerqué curioso de saber el nombre del tan querido occiso. Su tumba algo reciente, algo que nunca olvidaré es que no era un gran monumento de vanidad sino que muy modesta. Entre moho y sal de lágrimas leí con tristeza: - George Gordon Byron Sexto, 19 de abril. [FONT=Arial]Y lo demás es de suponer pues, perdí la conciencia y de nuevo me hallé en este siglo, actual, real y sobre todo vano. Todo esto producto de un mal sueño, o quizás gustoso. Además de mis lágrimas en la almohada me acompañaba una película autobiográfica de Byron en el televisor. Suspiré y lo apagué, como siguiendo esta cadena de acciones proseguí mis sueños tratando de arrebatar más historias mas no fue efectivo. [FONT=Arial]

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