el vendedor de caramelos (los niños que trabajan)

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Todo sucedió hace un par de semanas al salir de mi centro de estudios, estaba yo sentado en el bus, pensando en que este fin de semana estaré ocupado con tantas tareas y trabajos acumulados (en realidad sólo tenía cabeza para pensar en el gran partido que jugarían el Barza y el Madrid), cuando de pronto, un niño de quizá 8 años subió a la movilidad ofreciendo unos caramelos. Al ver que nadie le colaboraba, decidí darle una moneda (notoriamente conmovido), entonces el se apresuró a sacar unos caramelos de su bolso, los iba a poner en mis manos y le dije que no se preocupara, que no los necesitaba: "quédate niño con la moneda", a lo que el me respondió muy calmado: "Joven, yo estoy trabajando... no estoy pidiéndole limosna, si no desea los caramelos... no me los compre" y yo me quedé con la cara mas tonta que pude haber puesto en estos últimos meses, sólo con una palabra en mente: "¿es un niño quien me acaba de decir eso?". Al instante el muchacho se bajó de la movilidad, no sin antes poner en mis manos los caramelos que valían la moneda que le di (10 caramelos para ser precisos, que no pude acabar). Que ejemplo de orgullo y determinación de ese muchacho, ya quisiera yo tener la mitad de esa voluntad, algún día me sentiría orgulloso de tener un hijo con él.

NOTA:

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El niño de la imagen no es el del relato, pero todos los rostros que veo de esos niños en las calles de la capital de Perú vendiendo sus caramelos, son muy parecidos... pues todos demuestran humildad y determinación en lo que hacen, a pesar de su limitada edad; además, en muchos casos desconocen de cariño, por parte de sus padres. Dicen que el Perú avanza, dicen que estamos a punto de dejar un país subdesarrollado, en realidad dicen muchas cosas, pero no tengo corazón para decirle eso a esos niños, que conocen mas que cualquiera de adversidades y que trabajan para vivir honradamente y no caer en delincuencia o drogadicción... ¡MIS RESPETOS PARA ESOS NIÑOS!​