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El verdadero amor

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Pierlewis, 29 de Marzo de 2014. Respuestas: 0 | Visitas: 302

  1. Pierlewis

    Pierlewis Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    18 de Diciembre de 2012
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    53
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    Género:
    Mujer
    Una mañana de Octubre Gregorio Martínez encontró a la mujer de sus sueños. Navegaba por Internet leyendo diarios y revisando correos cuando la vio, hermosa entre mujeres hermosas. Trató de descubrir su nombre pero la foto estaba publicada en un blog, como el acompañamiento de una poesía. El escrito en cuestión describía las pasiones de un hombre enamorado de un demonio, y la foto mostraba a una hermosa mujer con rasgos angelicales, de alguna manera el contraste cumplía su objetivo. Gregorio dejó algunos mensajes en el blog con la esperanza de que elautor, o cualquier otra persona, pudiera indicarle el nombre de aquella dama, o al menos su ubicación en el globo terráqueo. Durante algunos días esperó, al llegar del trabajo se iba derecho a su computadora y permanecía allí durante horas, esperando alguna respuesta, al despertar preparaba café y se sentaba frente a al monitor hasta que llegaba la hora de ir a la escuela. Al quinto o sexto día, el autor del blog contestó su pregunta, su respuesta sin embargo fue muy desalentadora, al parecer él había encontrado lafoto en una otra página de Internet, y su memoria no le permitía recordar cual era aquella página.
    Gregorio siempre fue un poco cabeza dura, “tenaz” diría alguien optimista, y es por esta razón que siguió buscando a la mujer de la foto durante meses, publicaba mensajes en todos los foros públicos que encontraba en Internet,contrató a unos estudiantes universitarios para que buscaran a la mujer en las redes sociales, e incluso contrató a un supuesto investigador privado. Su conducta comenzaba a preocupar a sus amistades más cercanas, que le recordaban todo el tiempo que una cosa es ser romántico, y otra cosa simplemente un acosador. Pero a él no le importaba nada, solo quería encontrar a su amada, y continuó durante mucho tiempo con su incesante búsqueda.
    Una mañana de octubre Gregorio se rindió. La mujer parecía ser solo un espejismo, algo que su imaginación había puesto frente a él, y que en realidad nunca había existido tal mujer. Frustrado cerró su corazón, decidió dedicarse a su profesión de enseñante y al arte. Cuando alguien le preguntaba cuál era el peor de los males, el respondía “el amor”,y cuando alguien le preguntaba por el bien más exquisito, su respuesta era la misma. Esta dualidad marcó toda su vida y se vio reflejada de manera fiel en sus poemas, aquellos que dedicaba siempre a la misma persona, al motor de toda tristeza y felicidad.
    Una mañana de Octubre Gregorio Martinez encontró a la mujer de sus sueños, o mejor dicho, fue encontrado por la mujer de sus sueños. Al parecer la mujer en cuestión había descubierto, con gran sorpresa, el blog donde Gregorio publicaba regularmente sus poesías de amor, dedicadas siempre a la señorita de la foto, en otras palabras, dedicadas a élla. Luego de algunas cavilaciones razonables había decidido contactarse con el autor. Mayúscula fue la sorpresa de Gregorio cuando supo que, finalmente había encontrado a su musa, que ésta quería conocerlo, y por si fuera poco¡vivían en la misma ciudad!
    Esa mañana Gregorio se levantó temprano luego de una noche horrible, en la que no pudo dormir producto de la emoción, y se dirigió al parque en el que debían encontrarse a media mañana. Llegó, obviamente absurdamente temprano, y se sentó en un banco a esperar la hora acordada, cerró los ojos un momento y disfrutó del cálido sol primaveral. Al abrirlos nuevamente, se percató de que había alguien sentado juntoa él, una mujer, lo miraba en silencio con sus hermosos ojos color miel.
    Gregorio se enderezó un poco y exclamó con una voz más ronca de lo que hubiera deseado:
    -Debí quedarme dormido.
    -Pensaba despertarlo, pero se veía tan a gusto, que no quise molestarlo -respondió la mujer, su voz era suave, casi un susurro. Sonrió.
    Greogorio la vio sonreír y creyó comprender, sin embargo se negó a aceptarlo, y para enfatizar su disconformidad preguntó:
    -¿Quién es usted?
    La mujer se mostró algo sorprendida ante la pregunta de su interlocutor, soltó una risa nerviosa y contestó:
    -Usted es Gregorio Martinez ¿verdad?,hablamos el otro día y concertamos una cita en este lugar – metió la mano en su cartera y sacó una hoja de papel- como verá...
    -Un momento -dijo seriamente Gregorio antes de que la mujer pudiera continuar- Es verdad que quedé en encontrarme con una mujer aquí, sin embargo usted no es esa mujer.
    -¿A qué se refiere señor Martinez?Yo fui quien se contactó con usted, y le pedí que nos encontráramos aquí.
    La expresión de Gregorio se volvió un poco más sombría, luego con aire distante exclamó:
    -Lo sospechaba, así que en verdad usted fue la persona que me citó en este lugar. Escuche -se podía advertir la tristeza en su voz- usted en verdad es una mujer muy bella, y tiene un enorme parecido con la señorita de mis poesías,sin embargo usted no es ella. Lamento que se haya generado esta confusión -se incorporó sin dejar de hablar- ahora si me disculpa,tengo una montaña de ropa que lavar, espero tenga un buen día.
    Allí terminó la conversación, sin que la mujer pudiera decir nada para cambiar el curso de los acontecimientos. Ella sabía que no podía hacer nada, aquel hombre estaba enamorado, y no aceptaría a ninguna otra mujer más que a su amada, pero aún así no podía evitar sentir tristeza y dolor, después de todo sabía que tanto ella como él ya no podrían, ya nunca podrían, amar.


    ….........................................................................................................................................


    El amor recíproco ¿es posible?
    ¿O es que acaso solo podemos amar o dejarnos amar?
    ¿Es una perpetua dicotomía?
    Sería maravilloso que el amor fuera como una cuerda
    Y que los enamorados se encontraran en el medio de ella
    Con sus sentimientos. Como un complemento perfecto.
    Por otro lado, ¿qué pasaría si el amor consistiera en dos roles?
    Si en lugar de ser dos personas abrazándose mutuamente,
    Fuera una persona abrazando a otra,
    Una persona que abraza y otra que se deja abrazar.
    Una persona que ama, y otra que simplemente se deja amar.
    Nunca seremos tan libres como para saber la verdad,
    Pero si se me permite elegir,
    déjeme creer en la poesía.
     
    #1

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