El viejo edificio de la calle 22

Era mi última bocanada de vida que esa mañana aspiraba; ella había decidido marcharse temprano, apenas despuntaba el primer eructo del desayuno: café con leche y tostadas con mermelada de naranjas; su preferida.

Del perchero de la entrada a mi departamento, en el piso cuarto del viejo edificio de la calle 22, tomó su saco gris que colgaba al lado de mi gato que hace años permanece también colgado del collar azul y que con mirada vidriosa la observaba sin decir nada; sólo sonreía con una fría mueca de baba muerta.

Abrió con calma la puerta que da a la oscura boca del ascensor; del llavero en forma de corazón con las letras J y D grabadas, retiró la llave de acceso al viejo edificio, la dejó sobre el drossier, guardó el llavero en su cartera y volviendo la mirada cerró sus pasos en mi cara.

El gato seguía callado, pero esta vez sus fríos ojos orbitaron una sorpresa, una consternación acéfala coma grado cuatro.

- Otra loca que olvidó que en el viejo edificio de la calle 22, nunca se montó el ascensor de servicio.

 

carambas señor, esta ocasione es de las que se disfruta una historia por le forma en la que me deja volando la imaginacion... así como a su gato me gustaría colgar varias historias


salu2

 

Por Belcebú del '57!!!
Qué maravilla!!!
Joer!!!
Cojones!!!

Oye, cada vez me seduces más... escribiendo claro está.
Felicidades mil, estimado GDS.

Salud, ascensor y cuenta nueva.

 

Saludos cipress y mi admiración por tus palabras.

 

y finalmente con ella partió sin elevador tu ultima bocanada de vida...

siempre excelente poeta ,muchas felicidades

Un abrazo fuerte

 

No creo que sus historias merezcan ser colgadas, sí exhibidas. Gracias.

Saludos.

 

Hola, genial linda historia, laa disfrute de principio a fin, con todo y gato incluido. Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Nuevamente gracias GM.

Salud y a por otra loca.

DS

 

Gracias Casef, sos muy amable.

Te saludo.

 

He disfrutado mucho de esta lectura, gracias por permitirlo.
Un abrazo te mando amigo poeta

Alzahara

 

¡ Tremendooooooooooo
este "corto" ( como en el cine )
y la sutileza del poeta.
Nada me hizo sospechar dicho final
y eso,eso es lo grande ¡ Felicidades !

 

Agradecido por tus palabras poeta Francisco.

Mi abrazo.

 

Gracias mujer bonita; mi gato te manda saludos. Cuidate.

 

Te mando reputación, estrellas y un beso
Rosario

 

no hay descuidos, ni fumadores ni alchÒlicos, solo testigos y narradores de lo que parece que fue,...moldesss!! En primera persona o no.

Gran viaje daniel,...estas en mis oraciones siempre, no lo olvides.

Jm

 

Gracias a vos poeta por detenerte.

Mi abrazo.

 

un hermoso dejavù (o como se escriba) leerte este de vuelta, que creo que me lo explicaste y aún no lo entiendo (bah, me hago la que no entiendo pero no miento). Pero nunca dejaría el tapado colgado al lado del gato...y como le orbitaron los gatos??? Susana G diría...un gato en el perchero...vivo?!...vaya mañana...jajajajaja
besiux amigazo . Excelente

 

Excelente prosa.
terminó su última bocanada....
Estrellas a tu pluma.
Abrazos.
Ana

 

Gracias por tu calor, es bello sentirte tan cerca.

Saludos.

 

Guau mi querido Daniel ,no habia tenido nunca el gusto de leer un relato tuyo y tal y como pasa en poesía estás que te sales.
Eres excelente escritor.
Este relato es una maravilla y con ese tremendo final.
Me ha encantado leerte de veras.
dejo estrellas a tu obra y miles de besos para ti.

 

Y clavada al concreto...

Buenas líneas Cipres. Con un ingenioso cierre.

Un abrazo

 

Gracias Rosario por tu paso.

Un beso.

 

Je...experiencia mi hermano querido, experiencia.

Gracias por no descuidar mi descuido, este inmenso abrazo hasta vos.

Ciprés.

 

Je...buena memoria la tuya. Gracias Marce, un besote.

 

Muchas gracias Ana, mi abrazo infinito.

Daniel

 

Pura casualidad mi querida Pili.

Besos y abrazos y gracias por ser tan grande.

 

Je...buen aporte el tuyo, lástima que no pueda agregarlo.

Gracias y un abrazo.