El violinista olvidado

Dormía sobre el cielo un hilo de sonido,
un llanto fenecido por las cuerdas.

Bajo la noche gemía sin consuelo
la voz de un ser nacido por la ausencia.

La inocencia fue quebrada por el deseo,
se fulminaron los sueños,
y cual estrella en raso cielo
surgió un ser que aparentaba vida con su brillo.

Dedo sobre cuerda, quiebre de muñeca,
resonada la madera de occidente,
y los cuerpos vibraban bajo la tela,
bajo la piel, bajo la carne ardiente.

Vibraban y vibraban las moléculas,
mientras él dibujaba con arpegios
los versos de un poema lleno de locura,
mientras él violaba la compostura
de quienes lo habían olvidado.

 

Es una imagen imponente la que describes en este
poema: un ser que penetra por medio de la
musica de su violìn el alma de los que le escuchan...

 

Brillante, para mí excelente la grandeza de tu expresión, a través de estás imágenes logras trasmitir una tristeza impregnada de belleza, me ha gustado y te felicito, saludos y abrazos.