“empecinados amantes

La tarde nubla a los amantes viejos​

que del amor al odio van mojados,
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que del odio al amor pasean necios,​

sin un paraguas de ternura a salvo.
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En la bruma se pierden discutiendo,
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de intemperie bañados, entre abrazos
​

y empujones caminan sin gobierno.​

¡Sí!, se pierden en nieblas , en pedazos
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que nunca se dispersan, un averno
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de lágrimas los cala , y un cielo
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se abre, de esperanzas que resbalan.
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Leo complacido este genial poema y le quito el inmerecido cero, supongo que llegarán otras muchas lecturas, el poema lo merece.