Empezar de nuevo.

Seguir igual, en el camino de la autodestrucción, del compadecerse, de abandonar la lucha. De hundirse lentamente en un abismo, si poder reaccionar.

O comenzar de nuevo a vivir, de a poco y paso a paso. Esta es veces la elección más importante que tenemos que tomar en los momentos difíciles.

Cuantas veces nos golpea la vida y sentimos que aquello que creíamos eterno solo era una ilusión y el futuro es una visión borrosa y oscura. Las cosas cotidianas nos parecen vanas y vacías. Nos aferramos al pasado tratando de vivir en él y nos evadimos de la realidad porque nos resulta muy dolorosa.

En el alma más triste y solitaria, con un corazón roto, aún queda una chispa de valor, de rebeldía, de coraje. El amor es un don que no se agota. Podrá dormirse un tiempo, pero resurgirá más fuerte que antes. El amor es la vida misma y aun cuando el objeto de nuestro amor se marche, el mundo está lleno de gente, de amigos, de promesas.

¡Ha tristes poetas de versos dolidos! Extended vuestras alas soñadoras en esta madrugada fría. El sol asomara pronto y un nuevo día comienza.


Dimas

 

Así es, el amor no muere nunca. Somos nosotros los que morimos.