En el caminar de la vida

Cuanto más ando en el caminar de la vida más me asombra la sencillez de las cosas, mientras más se complican algunas personas otras han descubierto la sencillez de lo básico. Mientras más explicaciones buscan algunas personas, otras han aprendido a vivir un día a la vez sabiendo que el de mañana puede ser mejor o el de hoy puede ser genial.
Algunos o algunas van creandose problemas poniendo más rocas en su andar que las que en realidad hay y quedan detenidas o detenidos ante una montaña rocosa y tal vez un día un rayo de luz se cuele entre ellas y le permita ver la ilusión que han creado y lo pequeño del problema y la solución en un brinquito saliendo airosos y en paz, o tal vez sigan detenidos o detenidas por tiempo indefinido haciendo de la circunstancia agrandada una forma de vivir sus vidas.
Otros u otras saben que las rocas no son tan grandes como parecen y que al momento preciso pueden pasar sobre ella, tal vez caerse, pero siempre levantarse y seguir. Otras personas, las más grandes, han aprendido a ser pacientes con el projimo, a escucharlo, a tomar su tiempo compartiendo con el sabiendo que más allá la paciencia da sus frutos anclados al vivir. Otras personas viven tan aprisa que pierden parte de la belleza del camino, y en su rápido paso van pisando seres, y en momentos van pisandose ellas mismas o ellos mismos sin saber que al momento de cosechar tal vez se le haya olvidado regar las plantas o cuidarlas con la paciencia debida y sus frutos sean muy pobres o puede que no encuentren ninguno.
Hacer el bien en el andar es detenerse a ver, a contemplar, a darse tiempo para el abrazo, para la risa, para el llanto, para lo dificil, para lo maravilloso, para cada instante, compartir las bondades del camino con otros seres, admirarlos, amarlos, repartir las flores de nuestra alma dando lo mejor de ella.
Al final sentarnos en la orilla del mar, o en la cúspide de una montaña, o en cualquier rinconcito y ver el amanecer o el aterdecer con toda la grandeza y la belleza de sus maravillosos destellos reflejados en nuestra alma unificandonos con la inmensidad del universo.