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En el desierto

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por beto178, 27 de Mayo de 2010. Respuestas: 1 | Visitas: 743

  1. beto178

    beto178 Poeta recién llegado

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    13 de Mayo de 2008
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    Horizonte sin fin, sin igual, todo es monótono, uniforme, no hay variación visible, ya el ocaso cae y todo sigue igual, no percibo rastros de soledad. Todo se vuelve un tedio insoportable, el viento frío por las noches, durante el día ni se siente, aquí es cuando más te extraño tu manera de hacerme sentir vivo, de resucitarme, extraño tus besos, tus caricias tu sonrisa, tu nombre escrito en la arena con letras ilegibles, parece inmutable al paso del viento, como un recuerdo sedimentado.


    Una serpiente se aleja mientras mi letargo aburrimiento se expande, todo es nada, nada se vuelve un todo, estrella de la mañana, revive este banquete de escarabajos y buitres, cazador de ratones, hazte presente en el día al menos, este día, al menos un instante, rompe esta monotonía que me aterra. Entierro los pies en la arena buscando agua, como lo hace un cactus.


    Hoy que pensé ser libre, libre de toda atadura social, libre de ti, libre de mí, libre de mis ideales, me encuentro preso en la soledad, en el aburrimiento, vivo esclavo de mis pensamientos, del delirio. Sueño que estoy descalzo, desnudo, desprotegido, inmortal pero es cuando más mortal me siento, cuando más vulnerable me vuelvo, no tengo reposo alguno, extraño mis ideas, mis pensamientos, vivo presa del delirio, no hay un dios o un diablo que me socorra, sin embargo, un ave se posa a mis pies y me ofrece su vuelo para buscar hombres muertos, reos de lo cotidiano, tu sombra sobresale en la llanura, tu rostro como los rayos del sol, se hace visible en la penumbra noctámbula del atardecer, pero solo un instante que se me el más feliz. Estrella de la mañana dime si tu nombre lo conozco o tan solo es mi imaginación.


    El león se hace presente y me dice mi futuro, me arropa por la fría noche, pero su llama presagia el mal, una corona negra sobre mi cuerpo inerte se posa durante el día, tu recuerdo me mantiene vivo, pero el ángel de la muerte me dice lo contrario ¿a quién debo creerle? Lucero de la mañana, dime si tu nombre representa la muerte o solo es mi imaginación.


    Sueño con cruces que cobran la existencia y con diáconos que niegan la realidad, un ladrón se arrepiente y un esclavo maldice al padre eterno, babilonia llora mi muerte y la siempre virgen la acompaña, y recibo un beso carnal de un súcubo, lucero de la mañana, dime que solo es un mal sueño, y no me convertiré en una reliquia santificada, en el umbral del perdón, llamas y serpientes me rodean y tu nombre escrito en la arena me devuelve la paz, y la esperanza del eterno sueño. Lucero de la mañana dime que no me equivoco.


    40 días y 40 noches y tu imagen etérea no desaparece, no se difumina ¿será que estoy loco? ¿Acaso eres un puerto seguro, o tan solo me aferro a lo conocido? Lucero de la mañana, dime que tu nombre representa la muerte y no es mi imaginación. La corona negra sobre mi maltrecho cuerpo me dice que si eres muerte y salvación pero…, me alejo de la luz que conduce a ti y de la paz eterna y de la tranquilidad y me acerco a ese valle de muertos que me convierten en reliquia y deidad de una religión corrompida, tú que eres muerte y salvación no me dejes ahora y librame de todo mal en este siglo y los que vienen, amén.


    En este último día, la insolación se hace incontrolable como una fiesta dionisiaca, me desgarra el recuerdo de una vida humana, Eros me desnuda el alma, y me habla de una orgía donde Baco es el protagonista, más tu recuerdo siempre vivo en mis entrañas me llama y me dice vuelve, ¿eres un ángel acaso? La siempre virgen se desnuda ante mis ojos eclipsados por un destello boreal de su piel nítida y blanca, me repugna el deseo que siento por ese cuerpo inmaculado. Eros se da cuenta y me convida de un elixir embriagador, me aturde la mente y me insita al pecado con la siempre virgen, su silueta me parece dibujada con acuarelas como aquel cuadro de la sierra nevada, aquel que jamás se ha dibujado, y me convida a una transfusión de fluidos, y terminamos la comunión santificada por el pecado original, envueltos en una danza frenética de súcubos y serafines envueltos por un paraíso de colores, como miles de arco iris, todos diferentes entre sí. Me cobija con su manto celeste y me eleva a donde está el sol, el cual me parece distinto, más frío, y me revela el misterio de la Santísima Trinidad y el de la creación. Mientras tanto el coro celestial, canta un réquiem y la trompeta de Gabriel lo acompaña, un réquiem por los hombres muertos presos de sus instintos, atrapados en el ocaso de la cotidianidad, el cielo se tiñe de rojo y cae una lluvia de sangre, la sangre del holocausto.


    Eros fornica con Babilonia y todo se vuelve destrucción, como por un rayo del Gran Trueno. Todo se vuelve más claro, más comprensible, como un regalo de Minerva, mientras tanto Lesbos hurga en las faldas de la siempre virgen y Afrodita le acompaña, y me muestra los secretos jamás entendidos de las pasiones dionisiacas. Una explosión dentro de la tierra, escupe restos putrefactos, carroña y vomito. Ríos de sangre como lava de un volcán, inundan este valle de muerte, y la desolación se torna gris y rojo, y el filo de tu guadaña corta cabezas a diestra y sinistra, los 7 arcángeles las siembran y los riegan con la simiente del creador, esperando que nazcan árboles de humanidad, todo gira y gira sin cesar, la visión se me nubla, mis extremidades flaquean, un zumbido en mi cabeza amenaza con reventar mis tímpanos, es el llamado del Leviatán quien come los restos de los dioses, no distingo el final de los días, pierdo el sentido y caigo en un sueño sereno como el sueño que Hades ofrece a los caídos.


    Despierto y todo sigue igual, inamovible, como es el desierto, nada hay de eso que vi, no se cuanto tiempo ha pasado, pero…, solo una serpiente y una roca me acompañan, dime lucero de la mañana ¿Qué ha pasado?, no importa, lo comprendo, ahora lo entiendo todo, debo morir en la cruz y renunciar a esa vida tan humana que deseaba junto a ti, y tal vez mañana me santificarás, comerás y beberás mi cáliz, y te entregarás en comunión de cuerpo y carne y celebrarás la boda del cielo junto a mí en recompensa a tus lagrimas derramadas sobre mi cuerpo inerte, y desearás que no resucite al tercer día para que puedas alcanzarme en la eternidad sin tener que caer en la tentación de vivir como los demás.
     
    #1
  2. expulsadojunio2011

    expulsadojunio2011 Exp..

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    15 de Noviembre de 2009
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    Gracias por la lectura. Prospera y matiza las frases.
     
    #2

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