En el mar

En una hoja, maría escribió su fuerza y dentro del río solo había agua como coronas entre gota y gota.-Es amenazador para dios hacer lectura de dos grandes frenos de la cultura para los observadores de las traiciones.

-Así lo explica el primogénito de dos caras que aparte de seleccionar su ave dorada como la gracia, fue perfecto escarmiento haberle robado la piel durante un encuentro con el mar. Yo no escribo para rodear al sacramento que solo despreciado sumerge dentro del cuerpo y el espíritu su encanto aniquilador; fuego y agua, virgen y permutable.

Los únicos ruidos de los que dios a puesto nombre son el altar y las sagradas escrituras, que, entre las manos han sido grandes hasta encontrar su punto débil. –Antibélico es el nombre que ha puesto en marcha en dos milenios las ropas con que se escaparon los antiguos hebreos.

-Ropas que han sido auténticas y dogmas que han desesperado hasta el ojo mas pícaro, como lo demuestra la biblia el único origen del que haya saltado nuestro hijo más recurrente es el dogma y la nación como unigénita ha sido devorada ya, por lacayos que aprecian el buen dormir y no acaban de hacerlo. -Únicos prefacios de la doctrina han sido amenazados por roedores de clase mundial hasta ser sospecha de homicidio y acabar valientes como las cosas más remontadas.

El intento de ser escuchado, hablando en un solo idioma demuestra, que solo los que conocen el pasado son capaces de escribir como la diferencia sus propios rasgos. Inútilmente el abandono que proclamo la ultima llegada de Jesucristo fue creciendo hasta haber levantado del suelo el menor día y el juicio de haber sido encarcelado; por eso los atuendos de los que hablan con la autonomía de ser reclamados han sido venerados por instrucciones poco prehistóricas, hasta el día de la muerte de Jesús.

-Pasaba el relato por mi cabeza cuando me di cuenta que mi madre era la única que avisaba con anticipación la llegada de Jesucristo; la única serpiente condenada a sufrir parecía haber asimilado el recuerdo de atender al baño como su único hijo, y descansando habríamos puesto la mentira bajo el manto de un dios inverosímil capaz de atender a las religiones como únicos dogmas y las razas de todo el mundo escogidas, como única promesa a germinar.