En este mundo, los días

EN ESTE MUNDO, LOS DÍAS

En este mundo en el que tenemos
automóviles, buses,
trenes, taxis,
camiones, aviones, ferrys,
pateras, lanzaderas espaciales,
y viajamos
ahora aquí,
ahora allí,
Pernambuco, Shangai, San Petersburgo,
San Francisco mañana -si apetece-,
no encuentro el lugar donde merece
la pena el hogar que no he creado.

En este mundo en el que escribimos
cartas, e-mails, faxes,
sms, memorandums,
resúmenes de prensa, artículos,
análisis bursátiles, versos,
notas en post-it y en imanes de nevera,
el seso se devana y desespera
porque no puede encontrar una palabra.

En este mundo en el que decimos
coño, polla, culo,
sexo,
coito anal, glande, pezón,
bondage,
clítoris, orgasmo, sado,
es triste oír, pocas veces
bien pronunciado -mejor vivido-
el amor.

Los días escapan tan deprisa
en este mundo en el que vivimos
que raro es el momento que encontramos
para encontrarnos de nuevo con la risa.

Los días van pasando, tan lento,
en el hastío lleno de vanos lujos,
que hoy puedo decir, sin más tapujos,
que voy como tú, muerto por dentro.​

 

Mi ovación para este pedazo de poema y, sobre todo, para su última y grandiosa estrofa.

Excelente.

 

No dejemos que esto pase. Muy buen poema.


Nunca te había leido, pero eso lo soluciono yo ahora mismo.

Un saludo.

 

Triste realidad la que encierran estos versos que invitan a la reflexión y al autoanálisis.

Un beso.

 

Un aplauso a tu poema.

saludos
miguel

 

PEQUEÑO COMENTARIO AGRADECIDO POR LOS COMENTARIOS

Comentaba Palini que no debíamos dejar que eso de

pasase. Y, como Ana Clavero, pienso que pasa y que, por ello, configura nuestra triste realidad. Porque la realidad es triste, lo que no quiere decir, necesariamente, que no tenga sus alegrías de vez en cuando. Pero sólo de vez en cuando...

No sé si reflexión o autoanálisis serían posibles más allá de constatar el hecho. Ernesto Villegas llamaba la atención sobre la última estrofa en la que, directamente, se proclama nuestra muerte interior: la mía, la tuya, la de aquél.

La pregunta necesaria es si eso es malo. Creo que no, no es malo estar muerto por dentro, porque lo estamos pero seguimos vivos. Tampoco debería ser frustrante o alarmante, por la sencilla razón de que es y somos en ello y por ello.

En este mundo olvidamos los pequeños detalles, pero no necesariamente esos pequeños detalles son mejores o peores que la locura en la que vivimos. Tan rodeados de tecnología estamos que huimos de nuestra propia humanidad en cuanto podemos, pero eso no necesariamente es malo o peor. Es, únicamente, distinto.

Estamos cambiando. Estoy cambiando contigo, con ellos, con ellas... Todo está cambiando...

Lo que pasa es que uno, de vez en cuando, echa de menos el pan de tahona cuando le dan sintético pan de molde.

Pero tranquilos, que ya se me pasa y sigo cambiando contigo, con ellos, con ellas...

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Lo dicho: agradecido.

 

Bueno, no tengo palabras para decir lo buenisimo que es esto que acabo de leer, hacía tiempo que no leía algo tan genial en esta página, y que sepas que me enganché y lei muchas de tus poesías, gracías por dejarnos disfrutar de estas letras, de verdad que no se cuanto hace que alguien no me levantaba las cejas de esta manera. Un saludo y mi admiración compañero.